Crepes & Waffles (Calle 85)

Crepes... Crepes... Siempre Crepes! Lugar famoso desde finales de los 80's en Bogotá. Sus platos son de amores y odios, algunos por ricos, otros no tanto... Muchos en buena porción, otros diminutos. Prefiero sus postres y helados, así los hayan achicado como los waffles. El servicio, como siempre y en todos los locales: pésimo. No obstante es un lugar al que siempre uno estará yendo por esas cosas del destino y la decisión de las mujeres, a quienes les encanta!

Crepes se ha convertido en un sitio favorito para muchos por eso a la hora de ir a comer toca estar preparado para hacer filas inmensas, se nota el cansancio de las meseras a la hora de atender deberian darles turnos mas cortos para TODO lo que tienen que hacer, me encanta el helado tentacion ese es grande y el creps de stroganoff aunque es muy poquito queda uno como con ganas de mas.

El hecho de tener que hacer cola para entrar la mayoría de las veces ya es un punto en contra. El ambiente adentro es demasiado ruidoso, concurrido y en algunas ocasiones con olores fuertes y encerrado. He sido un fan de Crepes desde que lo conocí en Cali, sobre todo por su heladería que es fantástica, y porque tiene buenos precios, pero no es el restaurante que escogería para una cena romántica, de negocios, elegante o tranquila.

En cualquier zona de Bogotá o del país, el servicio es perverso, siempre tienen una pésima actitud para atender. La comida es normal, nada fuera de lo común, pero para hacer una fila como la que casi siempre suelen a hacer, no vale mucho la pena. Lo mejor de su carta son los helados. El ambiente es demasiado ruidoso.

En crepes siempre encuentra uno el mejor café, el mejor helado los mejores platos y el mejor servicio. precios muy comodos para volver siempre