excelente servicio y atención ideal para pasar un rato agradable con la familia y celebrar momentos especiales, la presentación de los platos la atención y la estética del lugar espectacular.
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Este sitio no falla, todo lo que pidas es rico. la atención es buena. Siempre esta lleno pero la fila fluye bastante y no es mucho el tiempo de espera.
Hay nuevos platos en la carta, como oos Raviolis de Carne y el Dorado en Salsa Cítrica de Ostras. Probe este último y la salsa, sin ser verdaderamente cítrica, es rica, pues conjuga los sabores de ostras, albahaca siam, tomate, pimentón, cebolla y ajo. El pescado estaba en su punto y es una buena porción. Los Spaghettis a la Danesa son muy buenos, pero la porción es exagerada. La salsa de maracuyá de los Langostinos Apanados al Panko estaba un poco ácida y con una consistencia muy líquida, a diferencia de otras ocasiones. El servicio fue desordenado y más lento de lo esperado en esta visita.
La comida es buena, casera, nada especial. La carta es variada. Pienso que el lugar es costoso cuando se tiene en cuenta la calidad de la comida que sirven, no volvería.
Es un restaurante clásico Bogotano. El ambiente te es muy agradable La comida muy rica, Llevamos a nuestra bebe y todo el personal organizó un sitio especial para que nosotros estuviéramos muy comodos.
Hay nuevos platos en la carta, como oos Raviolis de Carne y el Dorado en Salsa Cítrica de Ostras. Probe este último y la salsa, sin ser verdaderamente cítrica, es rica, pues conjuga los sabores de ostras, albahaca siam, tomate, pimentón, cebolla y ajo. El pescado estaba en su punto y es una buena porción. Los Spaghettis a la Danesa son muy buenos, pero la porción es exagerada. La salsa de maracuyá de los Langostinos Apanados al Panko estaba un poco ácida y con una consistencia muy líquida, a diferencia de otras ocasiones. El servicio fue desordenado y más lento de lo esperado en esta visita.
Es un clásico bogotano, con 70 años. Los desayunos son buenos, venden una changua con almojábana deliciosa, los envueltos y las arepas también nos gustaron. Meseros atentos y parqueadero propio.
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