Salvo Patria

Aun cuando la carta es inovadora, los sabores no sorprenden. Incluso en algunos casos se exceden con el condimiento o la sal. Se recomienda el postre de chocolate. Meseros gentiles, pero con limitado conocimiento. El restaurante se llena bastante, si bien las mesas comunales son una solucion para el restaurante no son lo mas comodo para el cliente.

Es un restaurante especial, hasta el más mínimo detalle ha sido pensando. Desde el impecable diseño gráfico en los cuadros y la carta hasta llegar a los más deliciosos platos. Para terminar en la famosa milhoja. Si va entre semana aproveche los menús de almuerzo que son muy buenos a un buen precio. Si le gusta el picante ofrecen un ají casero de los mejores de bogota.

Uno va con muchas espectativas, que la verdad no se cumplen. El sitio normal, bastante informal, sillas incomodísimas. Entrada calamar, bueno....platos fuertes: bondiola, curry de pollo y chatas, buenos sin ser nada exquisito, de hecho las chatas estaban termino medio y las pedí 3/4... mejor dicho, no sabría por qué está entre los 10 mejores restaurantes de Bogotá. Lo siento, ni siquiera llega a recomendable. La atención muy amable, eso sí.

La reserva (para evitar inconvenientes). La expectativa por el recuerdo de esos sabores diferentes y que hacen especial a este sitio. La atención y las recomendaciones del personal, como siempre, de primera. La ansiedad de probar nuevos platos y el querer volver a repetir otros para deleitarse de su sabor. La decisión de siempre: antipastos, entradas y platos fuertes para compartir y poder disfrutar con los diferentes sabores: Chorizo de cerdo y Morrillo curado, acompañados por Pamela y Raquel, dos de sus cervezas artesanales. Uno de los especiales de la casa: Porchetta de cerdo (de las cosas ricas que he probado), Chatas asadas en pequeños cortes, a punto. Simplemente delicioso. Más antojos: Calamar Pota apanado y Burrata (de origen Planeta Rica, Córdoba), se deshace en la boca. Para el dulce final había que repetir: Chocolate más Chocolate, creo que es uno de los postres de chocolate más delicioso que he probado. Además, uno nuevo: Tartaleta de ruibarbo, con ese delicioso ácido de este tallo. Antes de irnos, otra repetición: un delicioso café preparado con la técnica del sifón, de origen Nariño y con todas las explicaciones de la técnica paso a paso. Realmente es un placer volver a los lugares que te hacen sentir a gusto.

Excelente ! Nos gustó mucho ! Empezamos por la trucha ahumada , muy bien acompañada y condimentada, de segundos pedimos las chatas asadas, perfectamente cocidas como se pidieron, la bondiola de cerdo, muy bien cocido y con excelente sabor y la porchetta especial del día que estaba para repetir!!! De postre pedimos el Milhojas y quedamos con ganas de pedir un segundo!!!! , buen ambiente y excelente atención...tenemos que regresar a pedir los otros platos del menú