La Pinta

Hace mucho tiempo que no visitaba este restaurante y me sorprendió lo rico, además de lo lleno que estaba en pleno lunes. Recomiendo el carpaccio de pulpo.

Comimos 3 entradas, patatas bravas, langostinos apagados con quinua y queso brie con durazno. Todo es exquisito, sirven súper rápido, dan muy buenas recomendaciones sobre los platos. Nosotras vinimos a tardar y a tomar un cóctel y fue perfecto.

La tarta de queso, las patatas bravas y el lomo estuvieron muy ricos, sin embargo levantan todo a punta de mayonesa y por ende se hace un poco pesada la comida.

En esta oportunidad probamos el brunch y está bien sin ser nada del otro mundo. La carta es corta y había varios platos que no estaban disponibles. Se destacan los cócteles y como siempre, su tarta de queso.

Es de esos lugares que puedes repetir sin aburrirte. Las instalaciones son lindas, acogedoras y con un toque vintage. Tienen terraza y varios ambientes. La carta no es gigante pero encuentras opciones para todos los gustos, en cuanto los cócteles hay combinaciones interesantes (el lulo Sour es un 20 de 10) y de postre, la tarta de queso no tiene comparación. El servicio es rápido y atento. Recomendado: las patatas bravas. Por mejorar: el volumen de la música en el segundo piso es demasiado alto. Tip: NO lleven carro porque por la zona hay muy pocos parqueaderos y el valet parking cuesta 32 mil pesos.