Corchos Barcelona

Un sitio agradable, espacioso, pero un poco desapacible. Tiene una carta variada, particularmente en Paella. El arroz bien preparado, pero me parece que le hace falta más ingredientes, en mi caso, más mariscos. De todas maneras es buena alternativa.

En medio del caos del centro comercial, se encuentra en la plaza social una parada que invita encontrar paz en los sabores del Mediterráneo. Sin embargo no es fácil lograrla. El restaurante no es muy grande y se me antoja un poco ruidoso pero puede ser por el ruido externo. Las mesas cerca de la ventana son una buena alternativa pero en días calurosos puede ser incómodo. El servicio es muy atento y no tengo queja. La comida es buena aunque el balance entre precio-cantidad no es el mejor. El pulpo a la plancha y la sopa de tomate son una delicia como entradas pero poquitos. La sopa tiene un toque ahumado distintivo, delicioso, con buen balance de acidez. Las tapas no me convencieron, son...buenas. La paella no destaca y podría no ser tan seca. En general creo que es un restaurante por ahora de ir una vez y conocer. Es bueno, con margen de mejora.

Los platos muy buenos, la crema catalana deliciosa pero lamentable el estado de las mesas… cojas, deterioradas… se ven baratas. Es un punto importante a corregir, no es coherente que un restaurante de esa categoría tenga este tipo de mobiliario.

La comida muy limitada y nada llamativa. Un churrasco con fussile en el mismo plato no hace juego ni es agradable. En ellos postres es mejor buscarlos afuera. El ambiente nada acogedor. sitio para no volver ni recomendar.

Primera y última visita. Eramos 7, pedimos variados platos guiados por el mesero. 1. Paellas y pedimos 2, no se quien les dijo que saben preparar paellas, estaban terribles, les escurría el aceite y el arroz no tenia gusto. 2. Una pasta con mariscos no estuvo mal 3. El rib eye estaba bueno y jugoso, con las sales muy bueno. 4. De entrada unos crujientes sabrosos 5. Para llevar se pidió un emparedado de salmón y fue la gota que rebasó la copa. Se libraron del pan más duro que había en la cocina y el salmón hubiese podido intoxicar a mi hijo. Gracias a su gran olfato y que esta estudiando gastronomía detectó su mal estado. En resumen por los precios que cobran es una estafa total. El ambiente los salva un poco y gracias a la compañía, sólo que esa la llevé yo.