Segundo es una de las nuevas propuestas del grupo TAKAMI. Para empezar, el ambiente es muy bien logrado, queda en un segundo piso -de ahí su nombre, donde cuidan muy bien cada detalle. Tiene dos ambientes, uno más informal, como para tapear y charlar con amigos, y otro más informal para cenar o almorzar. 1. Ambiente: En cuanto al ambiente, las mesas para dos personas quedan en un solo sofá donde ubicaron casi todas las mesas para dos; no obstante, me parece que quedan muy pegadas unas con otras. La mejor vista del restaurante se pierde se uno le da la espalda al gran árbol que se ve a través de los grandes ventanales que tiene el sitio. 2. Servicio:En cuanto al servicio debo decir que es impecable. He notado que el grupo Takami se toma muy en serio el tema del servicio al cliente, de hecho, realizan una encuesta al final, cuando traen la cuenta. 3. Comida: Pedí un cochinillo (acompañado con puré), el cual me pareció delicioso, aunque un poco pequeño. dado que era de noche, no me importó, pero para almorzar, sería bueno pedir una entrada. La relación precio y cantidad no me parece adecuada en algunos platos. Por ejemplo, el cochinillo cuesta casi 60,000 y la porción es muy pequeña. Recomendado de entrada: Es un plato cuya base es el maíz, creo que tarta de maíz. En cuanto a cócteles, pedí un Pisco. Me encantó.

Este sitio la verdad me sorprendió. Desde el inicio, la presentación y sabor de los cocteles en muy buena; se esfuerzan de verdad por darle una experiencia diferente al cliente. Como éramos varios, decidimos irnos por un arroz meloso y una carne angus, los cuales estaban deliciosos. Vale la pena decir que desde que uno entra, se puede dar cuenta que se está en un sitio que por su sola decoración y ambientes, le deja saber a sus comensales que van a experimentar una bella experiencia, como los sonidos de música francesa de los años 20´s y 30´2 que un grupo ameniza entre mesa y mesa. Es un sitio que sin ser económico vale cada peso pagado, ya que el servicio, ambiente y comida, lo merecen

A este restaurante he ido varias veces, pero hay una sensación de que algo le falta. Fui a celebrar mi cumpleaños hace poco, pidiendo de entrada, salmón y de plato fuerte arroz con langostino meloso. Vale la pena decir que la entrada estaba bien, el pan de entrada muy regular y el arroz por su lado estaba un poco seco (aunque era meloso), no tenía el mejor sabor; muy pequeño el plato para el precio. Por el lado del servicio, me parece que es bueno, pero no para un restaurante de esta categoría.

Empecemos por el ambiente: El ambiente en Vitto es muy chevre ya que cuenta con varios: uno en la entrada (al aire libre) otro en la mitad y por último, otro en la parte posterior. La decoración, la iluminación y las plantas me encantan Comida: Pedí unos raviolis con platino maduro, estaban deliciosos pero las porciones pequeñas; según me comentaron otras personas que estaban conmigo en la mesa, sus platos si fueron más generosos. Servicio: La persona que nos atendió se esmeraba por dar el mejor servicio, y así fue. Nos explicó cada una de las variedades de vino que tenía (la mayoría italianos, obviamente) y nos aconsejaba, dependiendo del plato, con que maridarlo. Incluso, con los que fui a cenar ninguno tomaba vino, pero por la explicación dada, terminaron probando una botella Este es un sitio que lo aconsejo para ir con los amigos a pasar una noche agradable y también me pareció un lugar para ir con la pareja o primera cita

1. El servicios es excelente, los meseros se esmeran por prestar un buen servicio. Incluso he notado que le dan la oportunidad a personas con discapacidad de trabajar. 2.La comida no es mala, sin embargo se ha quedado atrás frente a otros sitios de hamburguesas en Bogotá, que incluso quedan bastante cerca de Hard Rock. 3.Antes de la remodelación el ambiente era medio oscuro, lo cual le daba el típico toque de taberna gringa, pero después de la remodelación me parece que se le fue el alma al sitio, no tiene esa magia típica de los Hard Rock. En resumen, hoy en día me parece caro para lo que ofrece.

Es un sitio ideal para pedir a domicilio, sin embargo, el de la 118 ofrece mayor espacio para comer dentro del local. Particularmente me encanta la hamburguesa e HOME BURGUER, es simplemente muy rica. Me encanta que la carne sea medio jugosa, lo cual, combinada con el queso da un excelente resultado. Generalmente pido a domicilio y me llega aún caliente (por aplicaciones para pedir domicilio, HOME no tiene domicilios)

Comida: Pedí un arroz con langostinos. El plato delicioso, lo sirven en un caldero típico imusa. Los sabores son muy ricos, con una tendencia a los sabores de la comida del pácifico, aunque prefiero la de la costa caribe, no me desfraudó el plato. Porción generosa y muy buen sabor. Entrada: Empanadas de ajiaco. Si uno va debe pedirlas así sea por curiosidad, son simplemente exquisitas. Pan de cortesía: El pan de cortesia que dan en los restaurantes generalmente es feo y pastoso, sin embargo, el pan de acá es delicioso. De postre ordené un Crem Brulé. Delicioso, de los mejores que he probado. Servicio: Es un punto a destacar. los meseros y el administrador se esmeran mucho en preguntar si uno se encuentra bien y en dar recomendados del día. El día que fui el mismo Jorge Raush fue mesa a mesa a preguntar por el servicio y la comida - se le nota que le gusta lo que hace-. Ambiente: Lo mejor del restaurante es la terraza. Si quieren cocina colombiana gourmet, este es el sitio

Luna es un restaurante clásico, muy bien ubicado (Zona T), pero que en la calidad de la comida deja mucho que decir. Dado que es un restaurante con énfasis en la comida italiana me fui por un plato clásico de esta cocina, Espagueti a la carbonara. Pasaron menos de 10 minutos desde que pedí el plato hasta que este llegó a mi mesa; sin mucho sabor la salsa, dura la pasta y con poca porción. En resumen me parece un sitio sobre valorado, costoso, calidad regular y si es al medio día un viernes, toca esperar 35 a 45 minutos para que asignen una mesa

Apache es un bar con una excelente vista, tiene un espacio de casi 360º donde se puede disfrutar de un atardecer de sábado a calor de unos buenos cocteles, sin embargo hay que destacar lo siguiente: 1. La comida es normal, hay sitios de comida americana con un mejor sabor. 2. Los precios son muy altos. Los cocteles son a $ 35.000, servidos en un recipiente pequeño y con mucho hielo; la comida por su lado, tiene precios que oscilan los 30k. 3. El servicio creo que es lo que me hace no ir mucho. Están casi encima de la mesa para quitarle el plato o vaso y enseguida, casi que interrupiendo, que si uno va ordenar más, es como diciendo, pida o se para. A mí por lo menos me dio la sensación de que lo quieren parar a uno rápido. Recomendación: si lo que busca es buena vista con buena música (Chill, Lounge House) este es el sitio. Recomendado el Dj Tripulante.

Para empezar, siempre está lleno y los meseros prefieren tener el restaurante lleno, respetando la reserva, y teniendo a los clientes haciendo fila. Acto seguida, empiezan a acomodar a las personas de acuerdo a la cancelación de las reservas, lo cual puede tomar 30 mins a una hora, en promedio. La comida no es mala, sin ser nada destacable. Dos cosas que no me gustan en absoluto de Black Bear: 1. Las mesas son tan pegadas que uno escucha todas las conversaciones alrededor de uno. Muy pegadas las mesas. 2. Los meseros cada 5 minutos preguntan que si uno que va pedir, como diciendo, pida o párese de la mesa. Esto, para un restaurante del nivel de Black Bear, es inaceptable.