Marrakesh Comida Marroquí

Comida casera marroquí, delicioso y fresco, a tener en cuenta que no venden bebidas alcohólicas, el local es pequeño, para ir con amigos, no apto para ir con niños.

Descubrí este restaurante en Chapinero por casualidad y quedamos gratamente satisfechos. El hummus y el falafel deliciosos, y los kebabs que consumimos estuvieron fenomenales. Muy recomendado (el restaurante es diminuto, tiene como 6 mesas apenas, pero acaban de abrir otro en la 15 con 82, que parece ser más espacioso).

Tiene uno de los mejores corderos que he probado, el lugar es muy acogedor y particular. Le falta un poco más de espacio

Lugar pequeño pero acogedor y muy bien decorado.la comida deliciosa. Fui con un amigo y el pidio un arroz con almendras y yo un mixto árabe. Los dos platos exquisitos y los demás platos que iban para otras meses tenían muy buen aspecto. Volveré para probar otras opciones. La atención del personal es buena y te explican lo que no conozcas. Recomendado también el té árabe. Los precios son cómodos. Hay personas que pasan por al frente y miran el lugar por su decoración pero siguen el camino porque no se arriesgan a probar nuevas delicias. Así que la invitación es para que prueben distintos sabores que en el caso de este restaurante pueden ir a la fija.

Cuando buscas platos que cumplan lo prometido en términos de un sabor específico puedes llevarte más de una decepción. En Marrakesh no encontraras eso... Su singular comida te transporta al auténtico sabor marroquí, cumple tus expectativas. Es un poco pequeño pero grande en sabores. Ten presente que los platos son para una persona. Estoy seguro que el Chef con este sitio crecerá.

Local pequeño pero muy bien decorado, la comida de muy buen sabor y con varias opciones para conocer de esta gran gastronomía, desde cocina que queda al lado de las mesas nos brindaron toda la información de los platos y las recomendaciones fueron perfectas! No sirven bebidas alcohólicas!

El ambiente es bonito, todo tiene decoración marroquí y la música ambienta con congruencia. La comida no justifica su precio, una porción pequeña de tabule costo 9,000 y no fue el mejor sabor, ni los kibbes. Pedimos también falafel y ensalada de pollo pero no fue nada del otro mundo. Lo que más deja que desear es el servicio, el mesero estaba de mal genio o algo, muy poco cortes.

Muy buen servicio y excelente comida que nos enseña a diferenciar los platos de la gastronomía marroquí. Además la decoración y presentación de la carta son inigualables. Recomiendo el baklava como postre.