Lugar apacible y sobrio con una buena vista de la ciudad. La carta con opciones nada comunes que hasta podría llamar algo exóticos, muy europeos. Las porciones mas bien pequeñas para el precio que es un poco alto. El servicio impecable, excelente. Antes de volver, exploraría otras opciones.
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
El ambiente no me gusto, el restaurante es bonito, pero no sé si fuimos de cena y éramos los únicos en el sitio, eso sí hizo que la atención fuera buena. Los platos están bien y ya.
Ubicado en un octavo piso ofrece una de las visuales urbanas mas interesantes de la ciudad. En contraste, su interior en muy clásico y cuidadosamente puesto. No se deje intimidar con esto: ayuda la calidez del servicio y la informalidad de los comensales. La carta ofrece platos que llevan a pensar que se trata de un restaurante peruano, pero es tan solo una tendencia. Muy buen ceviche de corvina así con el veloute de ventresca. Súper recomendado el arroz meloso de cordero y el lomo saltado criollo. Los postres cuidadosamente elaborados complementan un experiencia que nos lleva a recomendar sin duda el lugar.
Que buen restaurante. De lo mejor de Bogotá. La comida deliciosa. El ambiente muy agradable. Como este pocos. El servicio único. Recomendado si tiene las condiciones. Tiene un servicio extra que es transporte ida y regreso en un jaguar.
La comida es exquisita, no hay muchas opciones en el menú. El ambiente es elegante y tranquilo, preferiría algo de música un poco mas duro. Aunque uno se siente muy bien en el lugar, no dan ganas de quedarse un rato mas, solo comer e irse. El servicio inmejorable. La vista espectacular. Recomendado el salmon y las entradas con ceviches.
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