Ciengramos

El restaurante es muy lindo, es acogedor y tiene un buen concepto. Toda la comida es deliciosa, pero recomiendo el ceviche de pescado, el pan horneado y el risotto de queso azul (aunque puede ser fuerte para algunas personas) la ensalada de langostinos tambien es buenísima. Los meseros son muy amables, tal vez lo único incomodo es que las sillas no tengan espaldar. Volveré!

Volví después de mucho tiempo, lamentablemente sacaron del menú las albóndigas de cordero que eran espectaculares pero me di la oportunidad para probar nuevos platos y no decepcionaron. Muy rico el pan para empezar, después pedimos unas croquetas de mariscos y unos tomates con pulpo. Posteriormente, los platos campeones de la noche, la hamburguesa de angus y unos rollitos rellenos de carne con jamón serrano sobre puré de manzana. También pedimos risotto de pato y las costillas de cerdo. El ambiente del sitio es increíble y las vajillas son temáticas dependiendo de los platos que se piden. Rematamos con un postre de café. El comentario negativo es, si los meseros ven que uno tiene la mesa llenísima y anda encartado para comer, por qué no se llevan los platos vacíos?

Muy buen ambiente y muy buen servicio para nosotros que eramos una mesa grande (7 personas). La comida espectacular, tuve la oportunidad de probar varios platos pero los ganadores son: las albóndigas de cordero, el cono de salmón y el spaghetti alfredo.

Del cielo al infierno. Era muy rico y lleno de gente. Ya no. Sorpresivamente en franca caida. Lamento decirlo, pero era de mis preferidos.

Ubicado en el sotano de un exclusivo hotel, deleita a los comensales con minusculos pero sabrosos platos. Pida 3 por persona y comparta.