Ciengramos

Le di una segunda oportunidad al restaurante y definitivamente no volveré. Tres comensales ninguno salió satisfecho. Es más ninguno acabó su plato. En mi caso pedí un cochinillo. Tirarse un cochinillo es muy difícil y lo lograron. Ahora el pan si estaba bueno. Igual no volveré. El ambiente si es espectacular aunque algo oscuro.

El servicio y el ambiente no se comparecen con la baja calidad de la comida. Fui ya hace tiempo y posiblemente mejoró pero cuando en una mesa a todos nos fue mal definitivamente hay algo mal en general. Espero haya mejorado.

Lo mejor del sitio es la decoración, había ido hace un par de años y me había gustado, en general creo que los platos no son nada espectacular y son costosos para ser una porción tan pequeña. El dia que fuimos unas personas que estaban en 2 mesas diferentes y seguidas aseguraron haber visto un roedor, nosotros jamas lo vimos, ellos pagaron y se fueron, a nosotros la host nos ofreció una disculpa y tomó nuestros datos para explicar lo sucedido y darnos una cortesía... jamas la recibimos realmente.

Me gustó mucho el concepto de la comida nombrada con apellidos de famosos artistas. Las porciones son fíeles al nombre del restaurante con un balance perfecto y deja espacio para disfrutar varios platos. Él servicio puede mejorar un toque, tuvimos que buscar al mesero varias veces. Los cócteles están increíbles casi cómo jugar en un laboratorio.

El pan brioche buenísimo... Los conos de atún deliciosos... Hubiera querido repetir. El pulpo rico, pero algo baboso, el ceviche bueno, algo seco, pero bueno... El arroz tipo "sushi".. No me convenció... Pero en general, toda la experiencia muy chevere. Interesante los cócteles... Pero el postre terrible... Creo que un cheesecake de queso azul... NO VA! La carta cambió... Ya no esta el pulpo a la parrilla, ni la cola de langosta. El servicio muy invasivo... Pero estaban bien entrenados, se sabían la carta a la perfección. Le daría otra oportunidad... No fue malo!!! El ambiente demasiado bacano, y la música excelente.