He ido varias veces pero en la tarde a tomar onces. Un buen café latte y buena panadería. Se va uno con ganas de volver.

Mi cumpleaños. Llegamos y estaba casi vacío, pedimos mesa para 7 e iban a apeñuscarnos en una mesa de 6, tuve que exigir que acercaran otra mesa. Empezamos mal. La carta es larga y complicada, y se agraba viéndola en el celular. Los platos estaban normales pero no agradan a la vista pues no hay ningún esmero en la presentación de los mismos.

Onces. Consumimos Quich de pollo, Bretzel y Minibanda de manzana, todos ricos. El lunar las bebidas todas malas: un café latte desabrido, un jugo de guanábana minúsculo y solo espuma, y una aromática de frutas que dejaba mucho que desear. El servicio regular sobre todo porque que pedimos Quich de tres quesos y trajeron a la mesa uno de jamón y tocineta porque no había de 3 quesos !!!

Visita en horas de la tarde para probar el café y algo más. Nos recibió un mesero el cual nos dio una mesa minúscula para 3 personas con la falsa promesa de que nos iba a reubicar. Pedimos unas empanadas de carne y una torta red velvet las cuales estaban comunes y corrientes, lo que me cuestiona la relación calidad/precio. Pedí un café Flat&White que es básicamente un café concentrado con leche y muy poca espuma y no me agradó, pero en cuestiones de café todo es subjetivo. No se si valga la pena volver solo por el ambiente.

Creo que el lugar está sobrevalorado o que ha decaído con el tiempo. Las onces estuvieron bien: café, jugo, pasteles de hojaldre y un emparedado con ensalada. El servicio es amable pero se tiene la sensación de que quieren que te vayas rápido. No había estado antes allí, ese estilo de decoración no me agrada mucho, opinión subjetiva, pero lo malo es que ya está deteriorado y lo hace ver mal. Antes de salir tuve que esperar un rato frente a la pastelería y observando, y los pasteles los toman con guantes y los ponen sobre una superficie de madera; por qué no usarán unas pinzas y platos ?. No volvería.

Restaurante de comida típica boyacence. Mis acompañantes pidieron cocido y lo aprobaron. Yo pedí lengua en salsa pero estaba seca y la salsa no sabía muy criolla. La longaniza deliciosa. Difícil parquear. De pronto volvería a probar otra cosa.

El ambiente y el servicio no son de destacar pero el plato de pedí estaba rico; fue el osobuco acompañado de risotto. Quedé con ganas de volver.

Pues lo tenía en mi lista de pendientes por visitar y como estaba cerca lo hice. Como iba solo me ubicaron en la barra, el lugar es pequeño, esta descuidado y hasta sucio: eso daño mi experiencia. Pedí Amen Ramen y no me gustaron los fideos pues sabían mucho a harina, el caldo y lo demás bien. Los meseros amables. No volveré.

Por recomendación fui al local de la calle 116 y pedí la también recomendada hamburguesa tradicional montañera sin adiciones, hecha con sobrebarriga y me pareció bastante buena. Las papas a la francesa estaban bien; el servicio fue muy bueno, todos en el local muy amables y serviciales. Volveré a probar otras variedades.

Andrés Paradero Bazaar80, mesero sin experiencia ni entrenamiento, pedi lomo de res con salsa pimienta rico pero no entiendo que con ese precio incluya 1 solo acompañamiento, mi amiga pidió sopa de pescado la cual resultó malísima: una sopa base de papá deshecha con un pedazo de pescado frito sobre ella. Con esos precios uno espera mucho más. No me anima volver.