Llegamos sin reserva pero conseguimos mesa inmediatamente. El ambiente es bastante acogedor y personal y el servicio muy atento, aunque cometieron un error en la orden, lo corrigieron inmediatamente y nos regalaron el postre como cortesía. La comida es muy buena. La ejecución y presentación invitan a comer y el sabor denota una ejecución perfecta. La oferta de la carta es un poco bizarra en tanto hay platos que no creería que estuvieran ahí, sin embargo nos arriesgamos y no me arrepiento de nada.

Llegamos de la nada un Domingo festivo, entramos sin muchas expectativas y quedamos muy sorprendidos. Los platos están realmente bien ejecutados, los sabores tradicionales están muy presentes pero su buen balance los hace sobresalir. El pulpo a la brasa con aceite de achiote estaba brutal, muy recomendado.

El ambiente y el personal fueron tremendos, llegamos una noche sin reserva, el sitio repleto y todo salió muy bien. Aunque no hubo El pulpo a la gallega y las gambas son lo más sobresaliente, la pesca del día estuvo bien pero no fue nada realmente especial. Volveré a probar las carnes seguro.

Lo que más nos atrajo fue la música en vivo que le da al sitio una vibra tremenda. La carta en general tiene platos similares a los demás restaurantes del mismo corte, no obstante vale la pena arriesgarse a probar la ejecución del lugar. El pulpo es tremendo!

Es un buen sitio pero no sería mi primer opción regresar. La casa en la que está ubicado es tremenda y la decoración es particular. La comida es buena y las opciones que tienen son interesantes.

Los platos están muy bien ejecutados y la variedad de la carta es tremenda. Sin duda los ceviches están dentro de los mejores de Bogotá. El ambiente y servicio del restaurante son buenos pero en las últimas visitas no nos ha ido tan bien. Sin duda seguiré yendo.

El restaurante es cautivador desde el inicio. Es pequeño y acogedor una vez se está sentado en la mesa. Tener que esperar puede ser un poco engorroso, aunque por lo regular no hay que esperar. La comida es genial, nos enfocamos en el sushi y cada rollo estaba muy bien ejecutado. Desde los clásicos y hasta los más innovadores del lugar, cada uno de buena presentación y sabor. Es ideal para un plan tranquilo, comer sin tantos rollos.

Llegamos a él sin tenerlo pensado y aunque es un local pequeño, el ambiente es acogedor. La carta es relativamente corta pero hay variedad en los platos. La comida está muy bien lograda, el pulpo es tremendo y el curry de pollo con un nivel de picante buenísimo, en general todos los platos que probamos estaban perfectos.

La decoración es buenísima, el ambiente en general es muy agradable y el servicio es de los mejores que hemos tenido en los últimos restaurantes

Pensaría dos veces en volver. La comida no está tan mal, pero con el flojo servicio la experiencia se vuelve poco agradable.