San Isidro

Un clásico que mantiene su calidad y vigencia. Como ir a san Isidro sin probar su langosta a la termidor es espectacular,

Este restaurante conserva la magia que siempre lo ha caracterizado en el pasado, excelente vista, un ambiente inmejorable y una comida que siempre se destaca. La experiencia fue nuevamente única. La langosta es para mi gusto la mejor de la ciudad, de un gran emplatado, bañada en bisqué de langosta y acompañada con champiñones coronados con escargots y decorados con tinta de calamar, simplemente deliciosa. Adicionalmente recomiendo la Bouillabaisse San Isidro, una de las mejores sopas que he probado en restaurante francés alguno. Cada vez que pueda volveré a este gran lugar.

Excelente ambiente, desde la llegada a monserrate, el ingreso en el restaurante y la permanecía en este. Delicioso y acogedor, pocos platos vegetarianos

Atención esmerada. Jugos naturales bien. Una crema de mariscos deliciosa y un carpaccio de gran factura. De segundo un centro de lomito a la pimienta excelente. Para finalizar un buen café cortado. Caro pero bueno.

En un acogedor ambiente, un sofisticado servicio, una vista espectacular de la ciudad y una selecta carta de vinos, tienes la oportunidad de degustar un exquisito menú mediterráneo. De entrada nos recomendaron la Clásica Sopa de Cebolla y los Caracoles en Mantequilla al Ajo, los dos deliciosos. De fuerte pedimos Magret de Pato y Festival de la mar, sencillamente perfectos. Sin duda lo seguiré visitando. No dejes de conocerlo, te encantara.