Puerta Falsa

Los mejores tamales de Bogotá, además de la aguadepanela con quejo y almojabana todo un clásico de la ciudad. No se lo pierdan.

No es un sitio para ir todos los días, ni su atractivo es lo gourmet de su comida o el comfort de su ambiente. Es un sitio para vivir un poco de historia de Bogotá rodeado de los olores y sabores más tradicionales del Altiplano. Lo recomiendo especialmente para ir con tu amigos que visitan Bogotá por 1ra vez.

Fui un sábado en la tarde y estaba repleto de turistas comiendo ajiaco, pero como que no les gusta y no saben que las alcaparras y la crema de leche van en la sopa. Nunca había visto tanto desperdicio. Estaba haciendo un calor infernal y no se les ha ocurrido poner un aire acondicionado. El servicio es regular porque los meseros suben y bajan como locos las escaleritas empinadas pero se demoran en limpiar las mesas y cuando lo hacen, solo recogen los platos y quedan migajas de tamal pegadas. Las almojábanas son de paquete y el pan también comprado. El tamal es pequeño pero rico y bien condimentado. Al divorcio le echan arequipe del barato.

Probablemente de los lugares mas clasicos de toda la ciudad. La historia cuenta que aqui es donde Manuelita Saenz compraba sus golosinas. Es conocido por su tamal el cual es muy rico y el chocolate con queso es el clasico del lugar. No me pegaria el viaje hasta La Candelaria solo para desayunar alla pero si estoy por la zona paseando o trabajo cerca seguro iria.

Sobrevalorado! Es un clásico de la capital, famoso por su ajiaco y tamal. Sin embargo está sobrevalorado tiene 4 mesas entrar es casi imposible, una vez adentro la comida es demorada y el lugar le falta ambiente, y peor aún el calor es insoportable. Cuando llega la comida es rica pero nada de otro mundo