Ana W.
Degustador
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Sobre mí
Miembro desde:
Agosto de 2014
Restaurante favorito:
Watakushi
Tipo de comida favorita:
Comida de mar
Para acompañar mi comida no debe faltar:
Vino
El mejor plato que he comido:
Tilapia pochada en salsa verde
Mejor descubrimiento reciente:
La Castaña
Postre favorito:
Empanadas de chocolate
Cerveza favorita:
Club Colombia
Vino favorito:
Santa Rita Chardonay
Día preferido para salir:
Viernes
Posición 117 del ranking de calificadores de Colombia.
93 comentarios en Colombia
Posición 182 del ranking de fotógrafos de Colombia.
82 fotos en Colombia
Misia (Centro)
CentroArroz con platano maduro y camarones ( o arroz con cebolla)
el 11 de noviembre de 2017
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Indio
Indio (o El pan de Indio) se ha convertido en uno de mis sitios favoritos en Chapinero alto: el ambiente es incomparable con su terraza, plantas, objetos colgando del techo, y olor a hierbas. El restaurante tiene dos menús por semana para escoger aparte de los platos de la carta: incluye crema, plato fuerte, pan artesanal horneado de la casa, y soda de agraz. En ningún lugar se puede conseguir semejante calidad por un precio tan bajo. El emplatado, los ingredientes; y si se antojan de un café o cóctel, este también es el sitio indicado. La limonada de café, el granizado, tienen una presentación impecable. Gran atención y servicio. Todos son muy amables. Les aseguro que amarán este lugar.
Orso (Parque de La 93)
Conozco los cuatro puntos de Orso, Chapinero, Retiro, Usaquén, y Parque de la 93, del que puedo decir este último es el mejor de todos. La atención es cálida, amable (hasta lo increíble), el ambiente es acogedor, la música agradable. Los sabores son originales, el helado es cremoso, hay sabores veganos, galleta horneada (la mejor que he probado!). No dejen de ir. Sin duda el mejor helado de la ciudad.
Maki Roll
Después de mucho buscar un restaurante con verdadero sabor coreano, encontré Maki Roll. ¡Qué gran descubrimiento! Bibimbap que sabe a Bibimbap; servido en un bowl que sale tan caliente de la cocina que ni siquiera se puede tocar, tanto así que al estar en la mesa se puede escuchar como la comida sigue calentandose. Porción perfecta, ni muy pequeña ni muy grande; la cantidad necesaria de ogochujang (aquella salsita espesa y roja, un tanto picante, que se adiciona al bibimbap antes de comenzar a mezclar todo). Junto al Bibimbap, el restaurante sirve, como entradas, kimchi, tortillitas y sopa miso. El lugar es frecuentado por gran cantidad de coreanos (de hecho, el restaurante es de coreanos), y creo que esto dice todo; es el unico sello de calidad que se necesita. Una pequeña joya de la gastronomía coreana en Bogotá. No dejen de ir.
Al Agua Patos (Calle 72)
Primera visita a la nueva sede de Al agua patos en la Calle 72. Está vez fui sólo a probar la nueva propuesta del restaurante: La Granolería. Este es solo un pequeño espacio dentro del restaurante, se centra en Granolas y ( los nuevos ) Patos to-go. Probé el Pato to-go Mariachi, estos “patos” no son como los tradicionales; son un pan redondo, ni muy delgado ni muy grueso, en el centro lleva algún relleno, de sal o dulce. El “Mariachi” tiene carne desmechada, aguacate, tomate, queso y sour cream. Simplemente espectacular! Es algo diferente, innovador, y delicioso! El sitio es más bonito que la sede cerca al Parque de la 93, más amplio y con luz, el lugar es precioso!
Mistral (Chapinero)
Esta vez regresé a Mistral poco antes de la hora del almuerzo. Pedimos dos sopas, una de tomate y albahaca, y la otra de zanahoria con jengibre. Nos dejaron encantadas! Naturales, sin harina, y con trocitos de tomate, albahaca, o zanahoria. Ambas venían con rodajas de pan, que también estaba delicioso. El ambiente es especial y acogedor, hace que uno quiera quedarse por un buen rato! Es un lugar al que no quiero dejar de ir.
Tomodachi Ramen Bar
Un lugar que por fuera solo llama la atención por la cortina que cubre la entrada y en la que se ven letras en japonés, pero que por dentro sorprende con un ambiente muy bien decorado, luz, y lo que se podría llamar como un típico restaurante japonés ( Izakaya). Las mesas, utensilios, y condimentos, las botellas de sake, y el hecho de llamarse ともだち (友達, ”amigo”en japonés) hacen que el lugar sea bastante especial. La atención desde el primer momento fue sumamente amable y atenta. Pedí el ramen Shōyu: el primer punto negativo es que el huevo, un ingrediente básico e infaltable del ramen ( así sea el más simple) se deba pedir como adición ya que no viene con el Ramen. Segundo problema: los noodles no eran lisos sino ensortijados y la textura no era la mejor, entre harinosa y chicluda; jamás un Ramen tiene noodles así. Tercero: si bien el caldo al principio hace que uno diga, “espectacular, lo mejor que he probado”, a medida que se avanza ( y es un plato bastante grande ), el caldo se hace fuerte y hostigante. Se que el Shōyu debe llevar ajo, pero este tenía en exceso. El único punto positivo es el sabor de la carne, tanto de pollo como de cerdo. Blanda, llena de sabor, jugosa: fabulosa! Fui con bastante expectativa gracias a los comentarios positivos sobre el restaurante, pero salí lo bastante aburrida como para decir que no volveré.
Alta Gracia
Gracias a ciertos comentarios decidí probar el arroz con leche de Alta Gracia, dicen ellos que es “el mejor arroz con leche del mundo” y sí, si lo es. Tienen diferentes sabores, probé el tradicional: arroz cremoso, sabor a canela, frío, y con un sabor fresco y delicioso. Por favor, pasen por este pequeño local en Chapinero y pruébenlo, no se arrepentirán.
Misia (Centro)
Primera vez en este restaurante. Me decidí a ir gracias a los buenos comentarios sobre la comida y que, en su gran mayoría, los platos de la carta son típicos de la costa. Fui a la sede cerca al Museo Nacional, un sitio de tamaño medio, con decoración normal; la expectativa era alta, primero por los comentarios y segundo porque el restaurante es de Leonor Espinosa. El mesero fue muy amable desde el principio, pero por ahí dicen que “lo que empieza mal, termina mal” y está no fue la excepción: ordenamos una arepa de huevo con relleno de pescado y un arroz con plátano maduro y camarón (el plato estrella del lugar); ya que la cocina es completamente visible desde las mesas pude notar varias cosas, entre esas una completa parsimonia a la hora de preparar los platos, y aunque pedimos todos los platos de una sola vez, la comida llego después de una tediosa espera. Además, mientras esperábamos veíamos a uno de los encargados de preparar las órdenes comer, comer y seguir comiendo. Respecto a la comida, la arepa de huevo tenía varios puntos a favor: un sabor fuerte a pescado, un huevo bien cocido, y una masa que no tenía la más mínima gota de aceite. Deliciosa. Por desgracia, con el arroz las cosas terminaron mal: en vez de ser arroz con camarón, parecía más arroz con cebolla. Un sabor amargo ( y nada dulce a pesar de tener plátano maduro ), que no se si era por exceso de condimento o por culpa de la cantidad absurda de cebolla. Color oscuro, unos cuantos camarones - no muchos- y trocitos de plátano algo quemados pero que, cosa ridicula, estaban mal cocidos por dentro. Al comentarle al mesero su respuesta fue que esa era la receta de Cecilia, la cocinera. Dentro de mi pensé: ¿ no son recetas de Leo Espinosa ?. Volver? No lo sé, quizá si, quizá no. En caso de regresar solo sería por la arepa de huevo. Por ahora pocas son mis ganas de regresar.
Mistral (Chapinero)
Mistral es un pequeño y acogedor café - panadería en Chapinero Alto. Es mi primera visita pero estoy segura que regresaré. Pedí un Chocolate Frappe: chocolate amargo, con el toque dulce necesario sin ser empalagoso, la cantidad perfecta y un sabor realmente delicioso. La atención fue rápida, y la orden fue preparada en un lugar perfectamente visible desde la mesa.
Arigato
Una linda, amable, y amorosa pareja de japoneses son los dueños de Arigato, un restaurante único. En Colombia no existe un restaurante Japonés de verdad, muchos dicen ser japoneses pero en realidad son una mezcla de diferentes países asiáticos sin llegar a ofrecer algo en concreto, o en el peor de los casos ser uno más del grupo de comida "Nikkei". Arigato, es el único restaurante japonés real donde he podido encontrar Onigiri y takoyaki, dos platos que no necesitan de ingredientes costosos o difíciles de conseguir, pero de los cuales pareciera que ningún otro restaurante supiera ( o quisiera ) prepararlos. Pedí Chirashi Don: arroz, mariscos, y pescado; una porción más que generosa para una persona, pescado fresco y lo mejor de todo: no congelado, algo que no es común encontrar en la ciudad. Segundo plato: Kenskin Maki, salmón con anguila. A diferencia de otros restaurantes la envoltura de salmón es generosa, la anguila tiene un sabor delicioso. Es un Maki imperdible! Tercer plato: Takoyaki ( bolitas de pulpo ) uno de los platos más tradicionales de la comida japonesa, pero imposible de encontrar en Bogotá. Delicioso! Los platos son un poquito demorados, porque son preparados en ese mismo instante, todo se corta, adereza y arregla cuando la orden sale. Una carta con una gran variedad de platos, y algo más que sushi o arroz. Es verdadera cocina japonesa. Quiero regresar hasta acabar con todo el menú 🎎 !!