Jacques

Como no amar esta pastelería, empezando porque el lugar es maravilloso, acogedor, el verdadero estilo rococó. El servicio es muy bueno y la comida es realmente deliciosa, desde los panes, cafés, postres,etc. Se notan los ingredientes frescos y de excelente calidad. Volveré las veces que pueda, pues se convirtió en uno de mis lugares favoritos, totalmente enamorada. No se pueden ir sin el capuchino de la casa.

Buena opción para pastelería pero con muy limitadas opciones para almuerzo. Flojísimo el servicio al cliente y cero enfoque en la satisfacción del comensal, mas en la facturación del restaurante. El ambiente es sobresaliente pero el servicio no esta acorde. Los precios son altos, lo cual hace mas evidente las falencias en el servicio para un establecimiento de este nivel.

Todo es delicioso, los mejores huevos benedictine de Bogotá, la panadería y pastelería como si estuviéramos en Francia, el ambiente muy rococo y tiene su encanto al estilo Louis XIV con un piano de fondo, cuando está el pianista es de ataque. Lo mejor es ir a tomar onces como para pasar una buena tarde entre amigas o tomarse un vino con su pareja.

Tuvimos la fortuna de que nos tocara la hora del piano en vivo, lo cual nos hizo disfrutar aún más el almuerzo. La comida exquisita, la atención impecable y la atmósfera espectacular. Volveré!

Delicioso el pan de chocolate blanco me encanta, los croasan rellenos y los crepes. El lugar es muy lindo y buen servicio.