De Raiz

El lugar es nada acogedor, las mesas están tan pegadas que no se puede caminar bien. Se escucha mucho ruido y no hay privacidad. El servicio es malo, se nota poca preparación en el personal pero sorprendentemente los platos son deliciosos, sabores increíbles, la carta variada y los precios bastante cómodos excepto los postres que son carísimos y muy mal presentados. Espero que mejoren en el ambiente porque de verdad por su comida vale la pena volver.

Una locura de sabores. Me deleité con el sandwich de zapallo que aparte de ser enorme, es un plato exquisito. La hamburguesa aunque es muy rica tiene unas notas bastante picantes. Recomiendo las cervezas artesanales chelarte especialmente la Pamela y la Raquel. Obvio que volveré!

Deliciosos. Uno no se imagina que la comida vegana pueda saber así de bien. Los rollos de lasagna y el sandwiche de zapallo son muy buenos.

Pedimos dos platos: unos raviolis variados bañados en una rica salsa, uno de los raviolis tenía un relleno ahumado que no me agradó y además quedarás con hambre pues la porción es pequeña y si eso era una entrada pues la mesera debió indicarlo; una enchilada de muy bien sabor. De bebidas vino y jugo de feijoa. Incomoda que ofrezcan ciertos ingredientes por un precio adicional como el queso de los raviolis y el aguacate de las enchiladas!! Eso debería ser parte integral de esos platos. Los jugos no los vi en la carta y me parecieron carísimos y fuera de eso con un montón de hielo. Si volvería pero prevenido.

Es una excelente opción vegana, con platos bien logrados, precios razonables y que además no son pequeños. Los postres son buenisimos, probamos los cheesecakes y la sacan del estadio. El servicio es bueno. Lo único que si me pareció incomodo fue el baño, es diminuto, pero por lo demás es un lugar acogedor.