Pedí una pizza y una waffle dulce. La pizza muy normal, el precio se corresponde con la calidad, aunque era masa gruesa, poco queso y la salsa de la pizza no era rica. El waffle de dulce nada que ver, el helado era una roca, cero cremoso, de ve bien en foto pero no es rico.

Es un restaurante preocupado por el comensal, todo es muy organizado m, una carta concreta pero posee de todo un poco. Los platos son sencillos pero con sabores intensos porque se esmeran en la calidad de los ingredientes. regresaría sin lugar a dudas!

Me gustó la comida, el chef da la posibilidad de elegir el nivel de picante con que quieres tu plato, hay nivel colombiano que no tiene ; ).. Algo tienen estos señores de la India, que hacen del arroz blanco algo de otro nivel, prueben las Pakora y el postre Gulab Jamun que me fascinó. El servicio es ágil y muy amable, si te picas, pues te dan yogurt para bajarlo! volvería

Es un sencillo y acogedor lugar, se especializan en Ramen, y hasta fueron a Japón a hacer curso ; ) El ramen que desees se elige en 3 pasos, primero tamaño (mitad o completo), luego el caldo y de último los toppings, una comida simple de mucho sabor. El pedido lo toman antes de que te sientes, justo en la entrada. También ofrecen gyozas y Baos veggie y no veggie. En fin! recomiendo ir a Fuku

La comida de mar es su especialidad, por eso pedir el trío de hamburguesas no vale la pena. Son generosos en cantidades y la comida es muy bien presentada.

La comida es acogedora, con alma. Me gusta el concepto de comida campesina latinoamericana, se nota en la carta y en el plato el esfuerzo de unirnos a través de sabores. Todo es muy rico, recomiendo los tamales y las empanadas. Las marranitas son muy secas : (

La comida es deliciosa, con ingredientes de alta calidad, generosa la cantidad y todo bien presentado con buena temperatura. El servicio es ágil y amable. Ambiente agradable y versátil. Es un lugar posible para una cita no romántica ; )

Me encantó el concepto Deep Pizza, es cremoso, untuoso que te dan ganas de comer, y comer y comer! El patio es una delicia, como para hablar mucho, entre buena cerveza, comida y ojalá compañías.

El lugar conjuga comida del caribe colombiano y su influencia del medio oriente proveniente de las migraciones. A mis acompañantes y a mi, nos gustó la comida, era deliciosa, porciones suficientes, bien presentadas. El servicio es algo demorado. En la carta hay hasta para veganos. Defecto, puedes salir oliendo a comida : (

Es un sitio mágico, con un ambiente muy tranquilo, lleno de buen gusto. Todo su concepto gira en torno al apotecario como farmacéutico y acá se resalta la relación del alimento como medicina, en la carta describen detalles sobre cada plato. Es un lugar acogedor, con gente igual se acogedora, me gusta su música y tienen buena comida. Deben ir y dar su opinión!