Buen ambiente, especialmente afuera en la terraza.. servicio flojo, demorado y despistado. La comida rica pero no increíble y algo costosa para lo q se sirve. Creo q tenían problemas con la carta entonces había una provisional con una oferta muy reducida, me parece q el problema fue haber ido con expectativas muy altas... el plus : buena temperatura a la mesa, como debe ser, y cócteles muy ricos!

Las entradas son buenísimas! Los ya populares buñuelos y las empanaditas de ajiaco increíbles, las carimañolas me dejaron dudoso. El servicio puede mejorar, los postres tardaron mucho y eran solo dos. El lugar es agradable, cómodo, fresco e informal, es un sitio tranquilo. En los fuertes hubo varios que sentí bajitos de sal y siento que faltó potencia en los sabores de los langostinos (tanto con chorizo Cmo el encocado), tampoco vimos alguna indicación sobre el nivel de picante del encocado. La cazuela es buena, es ligera y provocativa; pedimos pescado frito y esperaba que fuera una opción d mar Cmo una sierra, cherna o pargo pero resultó ser una mojarra negra, sin embargo estaba deliciosa. El crème brûlée perfección total.. y eso es raro acá en Bogotá, no se vayan sin pedirlo. El postre de cuajada rico pero ( mi humilde recomendación) la oblea de achira me parece muy dura para el montaje del postre lo q hace que sea difícil comerlo, si fuera un poco más delicada (Cmo una oblea) funcionaría perfecto. En resumen vale la pena ir y volver.. pocos lugares así en Colombia donde se le de un espacio y enfoque juicioso e interesante a nuestra gastronomía... regresaré a probar más entradas y si mejoran algunos tiempos y el punto de sal, se merece una calificación perfecta.

Delicioso! Lo recomiendo a ojo cerrado para una comida ligera. Rico para compartir, las entradas son bien grandes. El menú tiene un carácter vegetariano buen marcado siempre con la opción de añadir proteínas .. Ojo, no es q sea un restaurante vegetariano pero hay q ir con algo de espíritu verde y la mente abierta a dejarse seducir por la creatividad y frescura de un menú "consiente " como el que propone el chef. Los platos son visualmente hermosos, probamos brie con miel d trufa Wow! y la sopita de zanahoria con chontaduro increíblemente bella.Tiene destellos de audacia muy interesantes pero me encantaría que el chef se tomara aún más confianza para q podamos disfrutar más a fondo su innovadora e irreverente propuesta.

Hay q tener claro a qué se va. La comida es rica, bien preparada con buenos ingredientes y buenas porciones, eso no tiene pierde, pero no espere un restaurante Michellin. Eso sí buenos precios. Sus debilidades ; los postres y el café, imperdonable en un restaurante italiano .. No es amigable con los bebes, no tienen sillas ni mesas para cambiarlos. Sino tiene reserva llegue antes de las 12.30m

Menú interesante, sitio pequeño, informal, la comida deliciosa, el pulpo muy rico aunque viendo las fotos noto inconsistencia en algunos platos o por lo menos en el emplatado. Las entradas son de buen tamaño, los fuertes buenos pero costó trabajo escoger, de primerazo no nos cautivaba ninguna opción, hay d todo un poco, son Como 15 platos desde arroz, pastas , criollos y pescados.. El salmón salió muy rico, faltó un buen cuchillo para cortar fácilmente la piel crocante, el arroz rico. El pisco 1A. Buen servicio pero se notó un poco afanados por cerrar la cuenta, tal vez por ser miércoles. Tenía altas espectativas y no defraudó pero siento q aún puede mejorar, falta consistencia y tal vez complejidad en alguno que otro fuerte.

Absolutamente delicioso, ojo porciones pequeñas, aunque para mi gusto perfectas para poder pedir entrada, fuerte y postre, cmo debe ser. Para mi en este momento el mejor restaurante italiano de Bogotá, Pizzetas deliciosas para compartir de entrada, una alcanza para unas 4 personas, de fuerte el famoso arroz caldoso estaba increíble, muy buen sabor. Los raviolis Alfredo con queso fontina muy ricos. Me quedó faltando la pavolva y el tiramisu que deben ser celestiales. Si no tiene reserva vaya a las 7pm, sino la espera es larga.

Al comparar con los demás comentarios uno concluyeque al sitio le falta consistencia. En mi caso no hubo música en vivo, el mesero fue atento pero desinformado e impreciso con algunos detalles del menú. La comida es buena pero no excelente, consideró que siendo comida francesa que como tal es rica en salsas debería haber un buen baguette para disfrutar con los platos. La cortesía d la casa fue una broma, no hubo canasta de pan. El pollo al vino muy rico y generoso (recomendado para dos en la noche ) , el blanquet d ternera delicioso pero tímida la porción, las papas gratinadas muy buenas, el raratoullle apenas bien, pedimos un postre de cumpleaños y estaban bastante embolatadas sin saber como ah

Si esta antojado de una buena pasta, con ingredientes frescos, liviana, perfectamente hecha, al precio justo y para pasar un buen momento con amigos o familia, este es es lugar! Reservar siempre pues la espera puede ser hasta de media hora, el servicio es bueno a pesar de lo repleto del lugar. Es un menu sencillo, no espere innovaciones ni cocina de vanguardia, espere una comida sencilla, informal y deliciosa.

Comida deliciosa, precio un poco alto pero uno sale feliz. Las entradas son para mi el hit de la carta y una buena opcion es pedir solo entradas, todas son exqusiitas y de buen tamaño para compartir. Recomiendo los lanostinos tempura, el pulpo a la parrilla y las mini hamburguesas. En platos fuertes me parece que le falta encanto al menú, a diferencia de las entradas, los fuertes no se salen de lo normal. Porciones normales, ni grandes ni pequeñas, si piensa q con el plato fuerte es suficiente ? Este no es el lugar. De lo q he probado recomiendo el arroz meloso con mariscos perfectamebte ejecutado, y las carnes, sin mayores sofisticaciones salieron perfectas. El pato en cambio no convenció, se sentia un poco pesado en combinacion con un risotto funghi, la piel no estaba crocante y por ese detalle para mi gusto dejó de ser un plato memorable. Buen servicio y ambiente ameno, buen lugar para ir en cualquier plan.

Muy bueno! Para algo informal, rapido, sin mayores pretensiones y delicioso. La carta es corta pero interesante, buena variedad de perros que obviamente son la especialidad. Todos deben ser igualmente buenos, los corazones de acompañamiento son un must! Platos ideales para acompanar con una cerveza. El sitio es pequeño, ideal para ir con los amigos antes de arrancar algun otro plan, tambien venden las salchichas crudas, buena idea para llevar a casa, me lleve unas y recomiendo la italiana y la argentina. Aunque para algunos una salchiccha como plato pueda parecer simple, para alguien que aprecie la buena mesa la xarcuteria ofrece un plato exquisito e inteligentemente planeado. El punto negativo es el servicio, a veces parece que algunos (ojo, no todos) empleados tuvieran afan de cerrar e irse.