Patagonia (Usaquén)

Es lamentable que ante la evidente decadencia no preserven el nombre de un sitio que lleva años, después de mucho tiempo volví pensando el el chorizo que era de lo mejor , me encontre con un servicio improvisado, por gente inexperta, que poco le importaba cómo se vendía el restaurante , extrañe el servicio de un restaurante argentino que han no lo es , quedan unas camisetas rotas, con mobiliario viejo y descuidado , baños sin ni siquiera un papel , sucios y muy mal presentados Lo único que puedo rescatar es la habilidad del parrillero que debe ser el único que subsiste No había productos argentinos y ni siquiera se avergonzaban de no tenerlos , no sabían el nombre de las carnes ni siquiera el término , ensaladas pobres y guarniciones de corrientazo Desastroso !

Las carnes son de muy buena calidad y sabor pero una salió pasada de termino. La entradas como morcillas, chunchullo y longaniza Argentina son costosas para la cantidad y calidad que sirven. El vino de la casa es un vino muy joven pero tiene el costo de cualquier otra referencia. En general creo que está sobrevalorado para lo que en realidad es.

Realmente una decepción. No cumplió mis expectativas. El servicio deja mucho que desear, pedimos cambio de mesero porque nos sentimos regañados. Pedí un plato me llevaron otro a los dos minutos con una maniobra en la que pretenderían engañarme quitándole cocción a la carne. Realmente no volvería y no lo recomiendo

Buena comida sobre todo el bife chorizo las morcillas chorizos y empanadas argentinas pero no puedo decir lo mismo de las costillas al limón creo que las dejaron quemar demasiado no son tan buenas pero el restaurante en su totalidad es bueno, creo que los meseros deben ser más atentos y estar más pendiente de las mesas

Ambiente calmado y servicio demorado. Hoy nos decidimos por Choripan y longaniza como entrada que resultó agradable. El plato principal Bife de chorizo, que ademas de llevarlo frio a la mesa razón por la que lo rechazamos, la carne estaba fibrosa, no recomendable. Además la factura la llevan manuscrita, algo inusual hoy en restaurantes de categoría.