El Kiosko (Cedritos)

Evidentemente la mayoria de la comida es buena, pero con este van tres reclamos sobre la calidad de los pasteles o empanadas de Pollo. Absolutamente espantosas, desabridas y simples. Con lo facil que es hacer un relleno de pollo que seoa a algo y no el pedazo de pechuga horrible. seca y sin sabor alguno. Hemos hecho algunos amigos en el siitio y todos coincidimos en este pumto. Mi ùltimo reclamo fuè hoy, esperando qie hubieran mejorado, pero estàn peor, nadie nos atiende el reclamo . La ùltima vez a mi señora ,la atendio una administradora, que le prometiò llamarla o escribirle y nada de nada. No reclamamos el dinero, ni que ouq nos den cortesìas, como lo hizo el administrador de la 145 de muy buene fe,, y que por supuesto no aceptamos. Serà que en las redes sociales nos paran mas bolas ???

Buena comida. Barato. Las empanadas son muy buenas. El tamal santandereano de muy buen sabor. Todo lo que nos comimos fue muy bueno recomendable para desayuno de fin de semana.

Un pequeño lugar con cinco mesas y se tiene que pagar en la caja, pasar a una de las dos vitrinas dependiendo de lo pedido, allí le entegan un localizador y luego lo llaman para retirar el pedido; el localizador no se activa. La comida la sirven en utencilios desechables. A nosotros no nos dieron el pan que acompaña el desayuno hasta que reclamamos. El señor del lado reclamo porque la empanada no tenia carne.

Para los vecinos... un clásico Vienen inventando.. y recreando recetas clásicas... mejor ir a pie los fines de semana sobre todo.

Rectifico mi calificación, cada cosa que hace el kiosko lo hace bien, y lo demostró con un nuevo ajiaco que venden, en Bogotá es realmente difícil encontrar un ajiaco santafereño por increíble que parezca, tanto foráneo ha hecho que la cultura santafereña se diluya, en lugares como doña elvira le echan zanahoria, arvejas y gallina al ajiaco, dicen que ese montón de grasa es ajiaco santafereño... valla blasfemia. El ajiaco en el kiosko si es santafereño y es el mejor que he probado en un restaurante, demostrando que el kiosko no solo sabe hacer postres.