Vista espectacular; servicio bueno empañado por el error de traer a la mesa primero las entradas que las bebidas pedidas como aperitivo; una carta muy completa con alternativas para todos los gustos. Los langostinos Fragata deliciosos. El tamaño de las porciones es bastante generoso.

Un ambiente agradable enmarcado en un deficiente servicio y unos platos de ejecucion muy regular. El corte del Baby Beef deja mucho que desear así como el manejo de los terminos de cocción. Rescatables las Brochetas y el Filet Mignon.

El Brunch del domingo es delicoso; amplia variedad de platos de nuestra gastronomia muy bien logrados. Para resaltar los chicharrones, arepa de huevo y tamal tolimense. Se corre el riesgo de caer en el dulce pecado de la gula. Preferible sentarse en la terraza para disfrutar una mañana soleada.

De los mejores sitios de la ciudad para disfrutar la comida italiana. Ambiente familiar muy agradable con servicio un poco demorado pero vale la pena esperar. Porciones generosas plenas de sabor y variedad. Falta un poco estandarización para el montaje de platos pero es irrelevante contra la calidad de los mismos.

Platos básicos de la extensa gastronomía libanesa pero bien ejecutados, en un ambiente bastante familiar para un rato agradable en familia o con amigos. Para cerrar la cena recomendado el delicioso helado de pistacho.

Muy agradable sitio para pasar un momento delicioso en compañía de su pareja o amigos. Ambiente des complicado pero con el toque de elegancia característico de los Rauch, con una música de fondo al volumen perfecto para disfrutarla. Presentación impecable del plato y cierre con broche de oro con un postre delicioso.

Pésimo servicio para lo que pretenden mostrar y cobrar en este sitio. Las hamburguesas buenas aunque distan de ser las mejores.

Sitio muy agradable con ambientación sencilla pero de buen gusto acompañada de música a volumen adecuado. Carta con una amplia variedad de opciones; carpaccio de salmón de entrada y los rissottos funghi, quesos y vegetariano deliciosos. Para terminar el postre recomendado para compartir que incluye tiramisú, creme brulee, flan, entre otros es un cierre perfecto de esta experiencia.

Desde que se volvió trattoria no han podido encontrar el rumbo. Pasta mal cocinada y pegada. El rissoto sorrentina es el peor que me he comido en la vida con unas albóndigas que podrian descalabrar un cliente; la mozarella de bufala parece haber sido congelada y tiene una consistencia extraña. Muy desagradable experiencia.

Sitio para una charla informal con amigos o negocios alrededor de unos buenos sanduches (que no los mejores) y otras alternativas bien presentadas y en un ambiente muy agradable.