No recomiendo para nada los gnocchis. La verdad no me gustaron. Fueron muy mal cocidos. El resto de la comida fue buena sin ser tampoco excepcional. Por lo que se refiere al restaurante como tal el espacio esta muy lindo, me gustó la decoración y el ambiente.

Me pareció bueno el restaurante. La comida es muy bien ejecutada. Es lo mínimo que uno pide en un restaurante con tanto reconocimiento. En este marco, admito que estaba esperando una carta con platas más originales. Por lo que se refiere al servicio cuando 3 meseros diferentes vienen a preguntar si alguien tomo el pedido de su mesa, significa que le falta un poco de organización a nivel de servicio.

Me gustó mucho el lugar. Todos los platos fueron muy bien ejecutaron y los cócteles a base de pisco muy originales. Me encantaron las combinaciones que proponen. Un restaurante de alto nivel. Es seguramente el mejor de cocina peruana que he probado hasta hoy en Bogotá.

Una referencia en Colombia sin duda ninguna. El menu degustación es excelente a todos los niveles; creatividad, sabores, ejecución. El nivel de calidad es muy alto. Es claramente uno de los pocos establecimientos en Bogota que de verdad se puede definir como un restaurante gastronómico según mi opinión. Me gustó la experiencia.

De esos restaurantes donde ponen todo en la decoración, el ambiente, lo venden como un restaurante gastronómico pero cuando llegan los platos uno queda decepcionado. Llegó tan rápidamente la comida que me pregunté cuando la hicieron y pues claramente al momento de degustarla parecía calentada y "pre hecha". No me gustó la experiencia culinaria es una lástima porque el lugar es realmente espectacular.

Como describir mesa franca... - un menú creativo, - unos sabores increíbles, - un lugar lindo - y un servicio excelente... Según mi opinión este restaurante lo tiene todo además que no es para nada un lugar pretencioso. Me encanta este tipo de informalidad que rompe con unos "usos y costumbres" en el sector gastronómico en Bogotá. Un lugar 100% recomendado y felicidad a los dueños por haber creado un concepto tan bueno...

Interesante propuesta de comida típica colombiana. No es el restaurante más fino de Bogotá pero propone unos platos con buenos sabores y están bien ejecutados. Me gustó el lugar.

Uno no va a Leon si quiere un plan gastronómico como tal. Los platos no son muy originales pero son sabrosos y hechos con ingredientes frescos y de buena calidad. (Recomiendo la burrata trufada). El lugar es muy lindo y acogedor. El plan ideal es ir a León allí para comer antipastos con un buen cóctel o una copa de un buen vino.

Me encanta este lugar, nada pretencioso con una propuesta gastronómica colombiana muy interesante, creativa y de buena calidad. El personal es además muy simpático.

El restaurante es hermoso y el personal es muy atento. Desafortunadamente, la comida no llega al mismo nivel. Dentro de lo que pedimos, el cangrejo llegó muy aguado y las keftas calentadas, parecía que la habían cocinado desde hace un par de días. La torrija caramelizada no fue para nada bien ejecutada, tanto que se dio cuenta el mesero y la dejo fuera de la cuenta. Me pareció bien este punto que demuestra un cierto nivel de servicio pero la comida tiene que mejorar.