La comida no es mala. El durum "el más" es bastante bueno (hay que tener cuidado con él, porque se llena de líquido y te puedes ensuciar). El problema es la forma en que disponen de las salsas y las servilletas. Adicionalmente no tienen servicio a la mesa y es común encontrar mesas sucias. Es comible, pero las condiciones en que tienes que comer son complejas...

Me parece que el lugar es rico, la comida en general no está mal, pero sus sabores son sospechosamente parecidos a los del Carnal.

Es un sitio espectacular, los espacios son modernos y acogedores, su carta es espectacular y los precios muy razonables. El ossobuco está recomendadísimo, al igual que los raviolls.

La comida está muy bien y el servicio compensa enormemente las condiciones del lugar. Desafortunadamente los espacios (las mesas, las sillas y la decoración podrían mejorar mucho) no están de acuerdo con la calidad del producto.

Las hamburguesas son espectaculares. La carne es de primera, los vegetales y el pan son muy frescos. Vale mucho la pena, pero hay que comer incómodo.

El sitio tiene un ambiente muy íntimo y muy especial. Los espacios son preciosos (especialmente en la noche) y la comida es maravillosa. La experiencia de comer allí te deja con ganas de volver.

Válgame Dios, la comida es una vaina de locos. Efectivamente el sitio no es para ir solo o en pareja, aguanta para un plan familiar. La variedad y calidad de los platos es muy alta y sus precios son muy bajos, supongo que para justificar la manejada. Vale muchísimo la pena y el guacamole es obligatorio

Las arepas son bastante ricas, tal vez algo pequeñas, pero en general cumplen muy bien con su función. El espacio no es algo que valga la pena, es para comer y salir.

El sitio es bastante genérico, las sillas incómodas y el ambiente convulsivo. Las alas son ricas, pero le hace falta variedad. Del afán no queda sino el cansancio y eso queda claro en que en muchas ocasiones las alas llegan mal cocidas. Las papas son muy ricas, bastante adictivas si me preguntan.

El espacio es muy acogedor. Adecuado para una cena un poco más intima que la que podrías conseguir en la sede del centro internacional. La carta es muy similar a la de Di Luca y los precios son similares. Nuevamente, el ossobuco y los raviolis son divinos.