¡Malo! ¡caro! ¡maluco! Mi última experiencia fue fatal. Muy desagradable. ¡No vuelvo! Hace parte de los abusos que en Cartagena cometen contra los turistas.
Es un restaurante de combate. Para comidas de paseo familiar y de grupos grandes. Coma y váyase. La comida es de buena sazón y abundante. Los precios módicos. Es un comedero para el día a día. Pero de esos se necesitan en Cartagena. Los otros se han vuelto impagables.
Buena cocina, buena atención, buen ambiente. Un sitio de comida cartagenera refinada. bien servida y de buena sazón. La sopa de pescado estaca buenísima. La picada cartagenera estaba exquisita. Buen restaurante.
Lo que fue, ya pasó. Alguna vez, fue calificado como el mejor sitio típico de Cartagena. De eso ya no queda nada. No tiene sentido pagar un precio tan alto por una comida tan común, en un ambiente de nada, y con un servicio regular. Ya Cartagena tiene una oferta gastronómica de calidad, que vale la pena explorar. Mi última experiencia fue fatal. No vuelvo.
Es un restaurante muy bueno, definitivamente. Su ubicación en ese sitio tan bello, le da un plus. Es amplio y bonito. Su carta es la que ya conocemos de Harry’s, con la misma calidad. Vale la pena siempre.
Es uno de los mejores sitios de Cartagena. Su carta es excelente. Su ubicación, dentro de unos de los espacios más lindos de Cartagena, el hotel Santa Clara, le dan el toque de distinción que lo hace digno de ser visitado. El ambiente es un poco rígido, como corresponde a su ubicación, pero en términos generales es de gran calidad.
Aun cuando está de moda, no he podido encontrar el punto que lo diferencie entre un sitio común y uno excepcional. Creo que deben hacer un esfuerzo adicional para que el servicio, la calidad de los platos y el ambiente tengan las condiciones que lo hagan imprescindible para una ciudad que ya es demasiado exigente en su oferta gastronómica.
Es un sitio singular en Cartagena. Buena comida, buenas porciones y buenos precios. Es el típico restaurante donde se puede ir, sin pretensiones y encontrar una buena comida a un buen precio. Especialmente para reuniones cotidianas de trabajo, de grupos de oficina y de excursiones. No es un sitio gourmet y tampoco es un sitio exclusivo pero es un maravilloso sitio de ‘combate’. Vaya y ensaye.
Es un sitio que comenzó con una modesta oferta, hay que se ha ido convirtiendo en uno de los imprescindibles de Cartagena, por su ubicación y la calidad de sus platos. Los precios son un poco exagerados para su servicio, puesto que en su mayoría es un servicio en la vía pública. Un poco demorados y unas porciones reducidas. Vale la pena conocerlo y ensayarlo. Le puede gustar.
Antes me gustó demasiado. Después menos y ahora ya no me gusta tanto. Creo que es el caso típico de quienes se duermen sobre los laureles. Es un emplazamiento espectacular para un servicio regular y una comida que en vez de mejorar cada día es menos buena. Vale la pena un esfuerzo por renovarse en servicio y calidad. Pues la ciudad y los precios que cobran lo exigen.
La Casa de Socorro
¡Malo! ¡caro! ¡maluco! Mi última experiencia fue fatal. Muy desagradable. ¡No vuelvo! Hace parte de los abusos que en Cartagena cometen contra los turistas.
San Valentín
Es un restaurante de combate. Para comidas de paseo familiar y de grupos grandes. Coma y váyase. La comida es de buena sazón y abundante. Los precios módicos. Es un comedero para el día a día. Pero de esos se necesitan en Cartagena. Los otros se han vuelto impagables.
Candé
Buena cocina, buena atención, buen ambiente. Un sitio de comida cartagenera refinada. bien servida y de buena sazón. La sopa de pescado estaca buenísima. La picada cartagenera estaba exquisita. Buen restaurante.
La Casa de Socorro
Lo que fue, ya pasó. Alguna vez, fue calificado como el mejor sitio típico de Cartagena. De eso ya no queda nada. No tiene sentido pagar un precio tan alto por una comida tan común, en un ambiente de nada, y con un servicio regular. Ya Cartagena tiene una oferta gastronómica de calidad, que vale la pena explorar. Mi última experiencia fue fatal. No vuelvo.
Harry Sasson
Es un restaurante muy bueno, definitivamente. Su ubicación en ese sitio tan bello, le da un plus. Es amplio y bonito. Su carta es la que ya conocemos de Harry’s, con la misma calidad. Vale la pena siempre.
1621
Es uno de los mejores sitios de Cartagena. Su carta es excelente. Su ubicación, dentro de unos de los espacios más lindos de Cartagena, el hotel Santa Clara, le dan el toque de distinción que lo hace digno de ser visitado. El ambiente es un poco rígido, como corresponde a su ubicación, pero en términos generales es de gran calidad.
El Kilo
Aun cuando está de moda, no he podido encontrar el punto que lo diferencie entre un sitio común y uno excepcional. Creo que deben hacer un esfuerzo adicional para que el servicio, la calidad de los platos y el ambiente tengan las condiciones que lo hagan imprescindible para una ciudad que ya es demasiado exigente en su oferta gastronómica.
San Valentín
Es un sitio singular en Cartagena. Buena comida, buenas porciones y buenos precios. Es el típico restaurante donde se puede ir, sin pretensiones y encontrar una buena comida a un buen precio. Especialmente para reuniones cotidianas de trabajo, de grupos de oficina y de excursiones. No es un sitio gourmet y tampoco es un sitio exclusivo pero es un maravilloso sitio de ‘combate’. Vaya y ensaye.
La Cevichería
Es un sitio que comenzó con una modesta oferta, hay que se ha ido convirtiendo en uno de los imprescindibles de Cartagena, por su ubicación y la calidad de sus platos. Los precios son un poco exagerados para su servicio, puesto que en su mayoría es un servicio en la vía pública. Un poco demorados y unas porciones reducidas. Vale la pena conocerlo y ensayarlo. Le puede gustar.
Club de Pesca
Antes me gustó demasiado. Después menos y ahora ya no me gusta tanto. Creo que es el caso típico de quienes se duermen sobre los laureles. Es un emplazamiento espectacular para un servicio regular y una comida que en vez de mejorar cada día es menos buena. Vale la pena un esfuerzo por renovarse en servicio y calidad. Pues la ciudad y los precios que cobran lo exigen.