Mini-mal

Buenas porciones, muy bien presentadas. Ambiente acogedor, el servicio muy amigable y educativo. Los platos deliciosos. Plato recomendado, selva negra.

Mini mal, es un restaurante diferente. Es en una casa pequeña que le da un ambiente diferente a la comida. De entrada recomiendo el calamar apañado, que viene con chutney de tomate, excelente. Plato fuerte pueden ser las coletas de pez globo. Y de postre una torra de almojabana. Las tres opciones las pedimos para compartir y fue una buena opción. Un sitio al que hay que ir en pareja o con amigos. Los meseros conocen muy bien la carta y la variedad de productos que usan en sus platos. Un sitio bueno para ir a conocer si están buscando algo diferente.

Un lugar diferente, para los que le gusta probar cosas nuevas. Es un ambiente alternativo donde se presentan platos que reinterpretan las comida colombiana. Al ser una casa le falta un poco de ambiente, por la cándida de mesas hay mucho ruido en el ambiente.

Mini mal es una propuesta gastronómica muy original ya que se basa en los sabores de la cocina del pacifico, el ambiente es agradable aunque en ocasiones se torna ruidoso, la atención es excepcional, el personal del servicio conoce muy bien la carta y la explica a la perfección, me gustaron varios platos entre ellos las bolitas de plátano rellenas de jaiba, la sopa cítrica es deliciosa, los chicharrones de calamar son un must, los delirios y los tigres colorados, tienen buenas propuestas en cuanto a cocteleria preparada con viche que es un licor del pacifico.

Me gustó la propuesta de llevar a la cocina platos elaborados con ingredientes típicos de zonas colombianas que tenemos un poco olvidado. Disfrutamos como plato fuerte de la colita de pez globo y del morrillo.