Islamorada

Nunca había tenido un experiencia así de mala en un restaurante. La comida fatal! Pedimos el salmón, la pasta vegetariana, el boliche y las chatas en salsa de vino. La verdad no supimos cual estaba peor. El servicio pésimo las meseras no están entrenadas.. Hasta el punto que no saben la diferencia entre chimichurri y mojo. El ambiente fue una tortura, nos tocó un conjunto en vivo, pero el baterista no daba pie con bola y nos torturó durante una hora con un estruendo sin compás. Resumen: Caro, pésimo, lejos y además toca reservar. De verdad evitese la molestia.

Es un lugar diferente y una experiencia única cerca a Sopo, el tema de las reservas es gracioso, por que llegas con ella y igual te toca esperar 15 minutos para ser ubicado. La comida es normal nada del otro mundo, mi pareja pidio un pollo con relleno de guayaba y queso holandés, donde la verdad era una pechuga común y silvestre. Me parece un poco caro por el servicio y la comida, el lugar es muy bonito pero no compensa los dos anteriores aspectos.

El sitio es bonito pero me pareció muy ruidoso. . Las mesas muy juntas. . Ruido de plazoleta de comidas.. Las carnes de res secas.. el pescado muy condimentado.. aunque el arroz con coco equilibraba el sabor. Bonito conocerlo de todos modos.

Sea como sea uno debe ir a Islamorada por la experiencia. El sitio es bastante interesante y los detalles muy bien cuidados, es descomplicado y de buen ambiente. La comida es normal, no ofrece ningún sabor especial ni una experiencia memorable, así que por este lado no vayan con expectativas tan altas. La música en vivo a veces se alarga más de lo que uno quisiera y hace la charla en la mesa bastante complicada.

Personal atento y muy presto a solucionar cualquier inquietud, excelente ambiente y comida deliciosa, buena música en vivo y animación, ideal para Almuerzo en familia.