Probablemente es el peor restaurante al que he ido. Me decepcionó increíblemente, sabiendo que es del grupo Takami que tiene otros excelentes restaurante. Lo comida no tiene sabor alguno y sumado a eso unos precios exorbitantes. No se puede cobrar 14,000 por un taco que no sabe a nada. El único plato rescatable son los tacos de atún. Todos los platos para armar son un desastre, sabores blandos, bien organizado pero un total inconveniente para armar. El servicio muy lento, poco atentos y adicionalmente me querían cobrar más de lo que era. Las Margaritas estaban igual de malas.

*****BRUNCH***** Esta reseña es del BRUNCH. Es un brunch muy normal, tiene lo típico: fruta, quesos, carnes frías, mimosas, huevos y panadería variada. Ninguna de las comidas es de resaltar, nada estaba malo, pero de igual manera no había nada que resaltara algo por lo que volver. Para tan elevado precio, es un brunch regular, nunca volvería. El ambiente es bien pero los meseros se demoran media hora en traer la cuenta.

Lo mejor del restaurante es la presentación de los alimentos y el ambiente, desafortunadamente no puedo decir lo mismo de su sabor, son platos muy normales que para el precio que tienen se convierten en regulares. El postre, el que mejor presentación tenía, fue la decepción más grande, malos sabores, sabor a galleta vieja, sabores mal desarrollados. En resumen, es un restaurante que destaca por la presentación de sus platos y alto costo pero el sabor de la comida es regular. No lo recomiendo.

Comencemos por los precios del desayuno que son exagerados; no hay lugar a unos huevos revueltos de $18,000. No existe relación precio calidad o precio ambiente. Pedí unos huevos rancheros ($22,000) que eran dos huevos fritos con claras crudas, dos tiritas de tocineta y dos salchichas rancheras (si, las Zenu). Nada que ver, no estaría disgustado si me hubiera costado $5,000, pero $22,000 es una exageración para esta miseria de plato.

Si son amantes de la mala comida, el mal servicio y que cobren el 2x1 a 1x2 este es un excelente lugar. Perfecto para un desvare, cuando se quiere pagar $14,500 por una Club Colombia y cuando buscas unas alas bien pequeñas, grasosas y con poco sabor.

Creo que son una de las alas más feas que he probado. El precio es muy alto para la poca cálida y más de una vez he ido y vienen como recién salidas de la nevera. Si 10 alas costarán $8,000 de seguridad mi reseña sería de 5 estrellas.

El ambiente es espectacular, la atención muy buena y ágil. En cuanto a la comida, deja mucho de esperar, las pastas y las salsas no son concordantes con el precio y no llegan al punto de poderse calificar como buenas. Lo único de buen sabor y que me sorprendió es el pan de la casa el cual es muy bueno.

Excelente hamburguesa, el pan hecho de papá tiene la textura perfecta, los crispy obvio si muy. Irnos y la atención es rápida. Muy recomendado y con muy buen precio.

COMENTARIO DEL BRUNCH: Qué pesar el Brunch qué ofrece este restaurante. Una variedad muy baja para tan alto precio (83,000). Si tiene los gin-tonics ilimitados pero la verdad tienen tan poca Ginebra queda pesar. Son pocas cosas las qué hay, 3 frutas, una tortilla española, unas empanadas, arepa, caldo de costilla, un ceviche y dos tipos de queso; si deseas tomar jugo de naranja deberás pagar 10,500 más! Es decir, un Brunch cualquiera, de cuesta 93,500 con jugo de Naranja y aunque la comida no es buen, no justifica tal elevado precio. Mi recomendación es NUNCA IR, hay tantos en esta ciudad de mejor calidad, con mayor oferta y con mejores precios que no justifica ir a este lugar.

El servicio es muy malo, pedimos una cosa de su extensa carta y no había, luego pedimos otra y a los 10min dijeron que no había, luego pedimos una nueva cosa y nuevamente a los 10min dijeron que no había. Así seguimos hasta que por fin al 7 plato (croissant de chocolate) la administradora de muy mala gana dijo que si queríamos podia coger un croissant de queso y ponerle Nutella en el centro a lo que accedimos. Cuando llegó el plato llegó un palito de queso con un poco de Nutella, no dijimos nada, pero al momento de la cuenta nos quería cobrar un croissant de chocolate (8,900) cuando el palito de queso costaba (3,900). Debimos explicarle a la administradora y con una actitud pedante al final decidió no robarnos. Jamás volvería, no lo recomiendo ya que de las otras cosas que pedimos no había una qué justificara el precio.