Buenos tragos, buena música, bien ubicado! Las porciones de comida en algunos platos se veían abundantes, en otros ya no tanto! La sopa que me tomé deliciosa, pero ya el plato fuerte no me convenció, aunque estaba bueno, quedé con hambre. Pero el ambiente me enamora...repetiría para unos tragos, no en plan de comida!

Estuve de rumba este fin de semana, y me llevé una agradable sorpresa, no por el sitio de rumba, que creo que es como uno más de la zona T, sino por el buen servicio y la buena comida (rara en este tipo de espacios). Repetiría sin dudarlo. Comimos sushi, empanaditas, picada, la verdad de buena calidad todo lo que probé! Fue una experiencia satisfactoria y recomendada!

La comida muy rica, el ambiente normal, nada del otro mundo, el encanto del sitio es lo pequeño y lo reservado que puede llegar a ser...fallan mucho en el servicio, lento, muy lento...se olvidaron de uno de los platos que pedimos! Y eso que el sitio tenía realmente poca gente. La cava de vinos vasta y puedes darte el gusto que quieras ya que venden por copas. Tengan muy en claro que el sitio es para ir a tomar vino, y acompañar esa "Tomada" con tapas y Pasabocas. Yo fui a almorzar y por supuesto no es un lugar tan adecuado para ese plan...Cómo ponerle precio (sin alcohol) a un lugar cuyo concepto es el vino? Muy complicado!!

El ambiente muy básico pero agradable, todo muy bien ambientado en Brasil...la música, la tv por cable... De entrada pedimos unas salchichas envueltas en queso y una masita algo crocante. Lo sirven con ají picante, pero parece como Tabasco. Agregaría valor servirlo en un aji natural...algo más elaborado y con apariencia natural. Mi plato fue muy sencillo, un Frango Xadrez, de los menos complicados de la carta. La salsa bien condimentada, el sabor del pollo un poco simple, pero finalmente bueno. Debo decir que nada sorprendente pero sí agradable. Parecía más un plato casero que el de un restaurante. El otro plato, una Moqueca Mixta, mucho mejor condimentada y de exquisito sabor tropical, me llevó a ese viaje que estaba buscando, pero lamentablemente el plato estaba un poco frío al momento de servirlo por lo que se rompió la magia. Las bebidas, jugos naturales, bien hechas, bastó añadirles hielo para que estuvieran perfectas. Y el postre, un lindo detalle del chef, fue por cuenta de la casa. Dos bolitas de chocolate... No pobramos las deliciosas Caipirinhas, espero sean la próxima vez!! Por cierto, horas después me enteré que estaban en una promoción de Bogotá Gourmet...esfuerzos que bien valen la pena, pero que no son hechos de manera conjunta, sin señalizaciones o identificaciones en la puerta...con eso hay que hacer bulla!!!

Pues la tapas no son nada fuera de lo común, estaban ricas, y hasta allí pero vamos!! que entre el vino y la música pues la cosa mejora...es que cuando yo voy a un sitio a comer pienso que esa experiencia me va a dejar en mi boca sabores inolvidables, pero eso ocurre tan poco!! Un sabor inolvidable de allí, la reducción de Balsámico y aceite de oliva de la entrada. Si tienes la buena suerte de seleccionar un grandioso vino como la noche de mi aniversario, pues la pasas genial. Tomamos un vino chileno de 2011, Malbec Petite Syrah de Viña Estampa súper recomendado. Comimos albóndigas en una salsa napolitana muy rica, el pancito caliente con el que las sirven delicioso y muy apropiado. El lomito en salsa de queso azul, estaba muy fuerte!! Lo que sí definitivamente NO recomiendo es el antipasto más caro...extremadamente caro para lo que es...aunque estaba delicioso!!

El sitio está rodeado de lugares de "corrientazos" pero este definitivamente no lo es. La comida muy rica, con muy buena y auténtica sazón Chifa...la verdad es que el lugar en la parte superior no es muy bonito pero hacen el esfuerzo, sobre todo porque la cocina está allí mismo y toda la ropa queda oliendo a comida. Pero vale la pena el sacrificio, recomiendo los tallarines, en general son platos buenos. Cuidan detalles como la presentación de la carta.

No había tenido oportunidad de ir a ningún sitio de Leo Espinosa. El ambiente fue lo que más me gustó del restaurante, mi comida (unos tallarines muy thai) estaban muy buenos en realidad, la comida de mis compañeros de mesa no tanto!! Pero la experiencia fue buena, me gustaría volver y pasar quizás más tiempo para tomar cocteles. El tamaño de los jugos algo exagerado, así que mi recomendación es que siempre los pidan para compartir.

Bueno, hoy tuve una mala-buena experiencia en este sitio. El ambiente me parece exquisito, sobre todo para disfrutar los días soleados en Bogotá en alguna de sus dos terrazas. Llegamos este sábado sobre las 2 pm, la verdad el sitio sólo atendía una pareja más cuando llegamos. Los precios son razonables para mi concepto, y las entradas TODAS tentadoras. Tras una exquisita entrada mixta, el plato ideal según mi antojo era una milanesa de carne acompañada de pasta mediterránea...la pasta estaba realmente buena, pero la milanesa debo decir sabía como dañada. Apenas la probé sentí un sabor raro pero seguí comiendo. Mi acompañante la probó y me dijo que definitivamente estaba dañada, que no siguiera comiendo porque me podía caer mal. Le comentamos el incidente a la chica que nos atendió. Pidió excusas y se retiró. En pocos momentos llegó la que imaginamos era la encargada o dueña del lugar excusándose por lo ocurrido, y nos preguntó qué nos había disgustado, comentó sobre sus proveedores certificados, realmente se mostró muy interesada en conocer nuestra opinión. Salió, poco después regresó con otra milanesa recién preparada y sin salsas para que la probáramos, tratando de averiguar si los pimentones que estaban sobre la milanesa que yo había pedido eran los que habían dañado el sabor. Definitivamente no nos agradó el sabor de la carne pero la preocupación de la sra fue realmente un aliciente al mal bocado...pero para nada mal rato. Por supuesto, y sin tener que decirles algo más, no incluyeron la carne dentro de la cuenta. La salida de esa hermosa calle bogotana y lo caliente del sol de media tarde fueron el postre de un rato en el que a pesar de todo la pasamos muy bien!!!

Fuí a desayunarme una arepa venezolana y terminé comiéndome un riquísimo pabellón que en vez de arroz le pusieron una "viuda" es decir una arepa redondita, bien asada y sin ningún relleno. Realmente exquisito y muy recomendado!!!

Hemos ido dos veces a comer carne, el ambiente es genial, el servicio muy muy especial. La música también muy buena. Recomiendo probar el vino recomendado, o cualquier cerveza argentina para acompañar los platos.