Es un restaurante a puerta cerrada, para degustar más de 50 diferentes vinos que ofrecen por copa, con tapas altamente creativas. La barra ofrece coctéles minusiosamente elaborados, sabores delicados pero constantes y presentes en paladar. La infraestructura y filosofía del lugar es verdaderamente de ensueño. El servicio y conocimiento de su personal, es excepcional. Es un lugar para visitar constantemente. Mi plato favorito: Gnocchis de cuajada, macadamias tostadas y crema de tucupí. ¡Muchas gracias por una experiencia tan majestuosa y única en Bogotá!

Un hermoso y creativo lugar en chapinero, en donde se utilizan ingredientes/productos locales, resaltando la comida autóctona Colombiana desconocida para muchos, elaboraciones atinadas y atractivas, en procedimientos básicos y ancestrales (carnes curadas, fermentación de vegetales/bebidas, utilización de hojas de plátano para la conservación y saborización de sus quesos) dándole un excepcional valor a la experiencia. ¡Altamente recomendado! Mi plato favorito: Tabla de quesos. ¡Muchas gracias y felicitaciones a todo el equipo!

Un tesoro en Usaquén! Desde que llegas, te reciben con mucho cariño, la cocina es abierta, nos sentamos en el segundo piso, rodeados de ventanales y mucha luz. Nos atendido el Sr. Mario, altamente capacitado y con gran conocimiento sobre la carta, los producto y procedimientos. Como entrada, ordenamos el Carpaccio de piña con camarones a la parrilla. La presentación nos impactó mucho, la mezcla de sabores es realmente una experiencia exótica, refrescante y alegre en un plato, para degustarlo lentamente. Como plato fuerte ordené el tacu tacu de mariscos sobre una camita de arroz y lentejas tostadas acompañados con ahuyama, zuccini y pimentón a la parrilla, suave y con mucho sabor, los ingredientes se sentían muy frescos. Como postre ordenamos la trilogía, en la que para mí lo más interesante fue la papayuela con pimienta rosada. Ha sido una de las mejores experiencias que he tenido, con una atención verdaderamente inmejorable, apoyados por el Sr. Ernesto. Quiero felicitar a todo el equipo por tan grandioso y arduo trabajo que realizan en este grato y ameno lugar. Al finalizar, nos invitaron a conocer el último piso, en donde tienen una terraza divina y me tomé mi agua aromática.

Le tengo mucho cariño a este lugar! Hoy por primera vez en mi vida, me animé por la trucha al carbón con yuca frita y estuvo espectacular, acompañada con pepinos encurtidos y pimientos agridulces haciendo un contraste muy interesante. Como siempre, las empanadas inmejorables. El postre de natas muy rico y la porción perfecta.

Es de los restaurantes insignia de Bogotá. La infraestructura del lugar me encanta, cada detalle es una bienvenida a una gran experiencia. Hoy ordené los pandeyudas con queso azúl y realmente han sido los mejores que me he comido en mucho tiempo, seguido de la morcilla de burgos, exquisita. Como plato fuerte, ordené las chuleticas de cordero, suavecitas, el término perfecto y las acompañé con los espárragos. Como postre, pavlova de frutos, me encantó la mezcla de sabores y el refrescante toque de los lychees. El servicio estuvo como siempre muy atento, discreto y oportuno. Muchas gracias por la velada tan maravillosa.