Delirio

Me recomendaron este sitio por sus delicias culinarias y buen ambiente. Fui a la sede de Laureles, recomiendo reservar porque se llena con frecuencia y toca hacer fila. Al llegar su entorno no decepcionó sin ir a la exaltación, son 2 pisos donde el segundo es zona de restaurante y el tercero es zona de bar, sin embargo puedes comer en el bar sin problema. Nos hicimos en el tercer piso , el cual tiene un techo corredizo,sin embargo cuando está lloviendo muy fuerte el agua se filtra,mojando a los clientes. El servicio me pareció bueno, fueron muy cordiales a la hora de atenderme. Lo que me decepcionó fue la comida, realmente esperaba mucho más. Junto con mi acompañante pedimos unos nachos con guacamole de entrada, sin embargo al untar los nachos con el guacamole éstos se partían muy fácil. A la hora del plato fuerte decidí pedir el alambre, plato que me habían recomendado. Me pareció un plato que entre más lo comes menos te gusta, debido a que tiene un dulce que a la larga te hostiga. Mi acompañante pidió un Burrito gratinado, el cual me pareció muy seco, vas comiendo y quieres en seguida pedir algo de beber. Como bebida pedimos una limonada de mango biche la cual me pareció de buen sabor, en el borde del vaso tiene tajín lo cual le da el toque de picante que estás buscando. La verdad esperaba un poco más de este restaurante.

excelente restaurante con opciones de varias comidas, se encuentran pescados, mariscos, carnes, comida tipo mexicana, así que es imposible no acomodarse con algo del menú

Un restaurante pensado para un muy buen rato. Tanto como familia y amigos, permite celebrar ocasiones especiales. Su servicio es de altísima calidad. su comida aunque tiene variedad podría lucirse más en los sabores. También te permite lograr momentos muy románticos para primeras citas y su cockteleria es sobresaliente

Delicioso todo. Muy lindo el lugar. Cuenta con parqueadero que es algo difícil de encontrar en la zona. 100% recomendado.

Nos encantó este lugar, si quieres ir noche de viernes o sábado te recomiendo reservar porque se llena bastante. La comida estuvo riquísima, pedimos los Noodles con camarones y calamares y estaban deliciosos, un Mongolian mixto con fideos muy bueno y carne envuelta en tocino acompañada de arroz verde que estaba riquísimo. Los tragos ni hablar, son todo un espectáculo pero la estrella de la noche fue el Mil hojas de Arequipe y guineo, qué cosa tan rica. La atención bien ya que como dije antes, estaba lleno y aún así nos atendieron puntual. El lugar también es muy bonito.