El sitio queda muy bien ubicado y bien rodeado. La casa tiene un estilo muy tradicional. Los techos son altos y están bien mantenidos. La transformación interior está muy bien lograda. Compartimos un tiradito y una mezcla de ceviches. Todo bien preparado y en porciones correctas. Lo acompañaron con una salsa de ají rojo (rocoto?) con un muy buen nivel de picante y con un sabor penetrante pero apropiado. De plato fuerte compartimos un arroz chaufa, un salmón en cama de puré y una causa. El arroz bien preparado, el salmón de buen tamaño y mejor preparación. La causa tiene una preparación crocante ajena a la original más no por ello de baja calidad. Los sabores muy acertados y los tamaños suficientes. Compartimos un suspiro limeño que viene en tres porciones, acompañado de trozos de fresa. Lo mejor de la mesa. Las bebidas resultaron ser la nota a mejorar. Pedimos pisco sour de costo estándar pero de tamaño muy pequeño. El vaso lleno de espuma desde la mitad resultó un poco frustrante. Liviano en pisco. Los precios me parecieron altos pero justos de cara al buen nivel de servicio y a la siempre buena intención del personal. Un sitio para regresar.

Si usted quiere probar algo diferente sin alejarse demasiado de lo tradicional, ésta es una buena opción. Si bien se trata de un restaurante de comida turca, su dueño, cuyo nombre no resulta fácil repetir, ha logrado combinar sus platos y mezclar ingredientes locales. Probé la versión turcas de los huevos estrellados y resultó bastante buena. Estaba en una mesa de 12 personas y la variedad que vimos resultará suficiente para satisfacer cualquier gusto. Era un desayuno, pero también sirven almuerzos (queda pe diente calificarlo). El lugar está bien decorado. El personal muy amable y preparado. Vale la pena intentarlo!!!

Es un sitio para comer hamburguesas de manera diferente. La oferta de mezcla de carne y chorizo argentino ya es una novedad y el resultado es muy acertado. Ofrecen muchas verduras en cada hamburguesa, que si bien le dan identidad al sitio, resultan incómodas a la hora de comérselas. El lugar es muy cómodo y la atención esmerada. La decoración ayuda mucho. El equipo de trabajo, sin duda lo mejor del sitio.

El sitio no es comodo. La pizza se demora mucho pese a que son pocas mesas. La pizza es buena en todas sus masas. Hay salsas para todos los gustos, pero quizas no valga la pena arriesgarse por un sabor que puede resultar muy fuerte.

Una verdadera experiencia paisa a un excelente precio. El servicio, muy bueno. El menú es extenso y generoso en opciones típicas. Rompí el mito de "sopa de arroz, hambre a las dos". La sazón, como en las viejas haciendas. El ambiente es estupendo con mucho espacio y los balcones le dan mucha frescura y aire. Muy recomendado.

Es una buena opcion para salir de un afan. Pero si la expectativa del menu es mexicano, no puede tener chicharron y platano maduro. El sitio no es comodo y no provoca quedarse a conversar despues de comer. Es decir, comer y salir corriendo. La tortilla resulta un poco delgada. Los nachos no parecen tan frescos. El precio es muy razonable.

Sigue siendo un sitio para visitar una vez al semestre. La reserva nos hizo cambiar la fecha. A la llegada, nos recibieron muy bien y la mesa estaba lista. Nuestro grupo tenia niños, vegetarianos y tragones. Hubo para todos y todos salimos satisfechos. Las preparaciones siguen sorprendiendo por sus extensos sabores. El precio es alto pero se paga con gusto. Buena atencion y cuidado por el cliente. El pollo bañado en cerveza es excepcional.