Castro Cocina

los platos creativos y con productos frescos y orgánicos, poco chicas las porciones y algo costoso por su precio , pescado delicioso y postre. delicioso. regresare con mi cámara porque es bonito y creativo

Esta es la experiencia que gastronómicamente hablando todo amante de la buena cocina debería vivir..... Me encantó saber la procedencia de lo que nos estábamos comiendo; y sólo quiero decir que: si no fue felicidad, estuve cerquita..... Recomiendo todo!

De nuevo, excedió mis expectativas. Todo es muy ordenado y me gusta que los platos varíen tanto de una cena a otra. Ahora le bajaron un poco al precio de la cena pero sigue siendo igual de generoso, incluso con el vino. Castro sigue impresionando con sus platos meticulosos, de sabores con mucho carácter.

Cenas clandestinas hechas con minuciosidad y amor, que resulta en una experiencia gastronómica de lujo. Castro es un estudioso de la comida colombiana que, desde su propuesta personal, intenta rescatar los productos y sabores nacionales. De lo que conocí, el encocado de mariscos y la bondiola estuvieron increíbles. Delicioso el ambiente, compartir con gente que uno no conoce y llegar sin saber cuál será el menú.

Cuando una quiera disfrutar de una “Cena Clandestina” maravillosa este es el lugar ideal, el exquisito menú sorpresa de la cena, al igual que el selecto grupo de comensales con los cuales se comparte la mesa hacen de ese momento algo mágico e inolvidable, eso sin hablar del profesionalismo y carisma de los anfitriones quienes realmente logran que todo salga a la perfección