Para mi es el mejor restaurante de Bogotá. Es toda una experiencia gastronomica. Con una ambientación bastante simple, se logra un resultado realmente espectacular. Es literal atendido por su propietario, quien va ofreciendo las alternativas de entrada, luego plato fuerte, luego postre y el vino para acompañar. La verdad vale mucho la pena. Es un restaurante que en precio está bien por encima del promedio, pero vale cada peso que se paga por la experiencia.
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Lo que más me gusta de este restaurante es que ofrece un momento muy íntimo con quien vayas. El ambiente es como estar en el comedor de un hogar, el chef te presenta el menú y sus sugerencias personalmente, y hay silencio y tranquilidad alrededor. Es entonces perfecto para una cita. Recomiendo el conejo y los raviolis.
En un ambiente minimalista ambientado con buena música, el chef sirve un menú absolutamente delicioso! En este caso hubo 5 opciones de entrada, 4 de fuerte y dos de postre...... Recomiendo ir varios para que prueben todo.
Es uno de los más exquisitos restaurantes de Bogota. Todo espectacular así el sitio no tenga aviso La diversidad es impresionante y con una calidad uno A
Sin dudas, mi restaurante favorito de Bogotá. Un concepto de fine dining ejecutado con estándares mundiales. Siempre es un placer llegar y descubrir qué nueva delicia tienen en la carta y ser atendidos despacio y cuidadosamente, como si comer fuera un ritual, más que una obligación.
La comida es espectacular: buenos ingredientes, presentación impecable y postres excelentes. El ambiente es minimalista, y no espere por um servicio 6 estrella, pero la comida vale cada peso. Muy recomendado.
Se nos había perdido este restaurante. Ahora está en la carrera 13a entre 86 y 87, en una casa muy linda. La comida sigue siendo de lo mejor en Bogota. El Chef belga es fenomenal. Nos encanta la pasta, las costillas de Cerdo, la corvina. Todo es muy original y creativo. Delicioso!
Para mi es el mejor restaurante de Bogotá. Es toda una experiencia gastronomica. Con una ambientación bastante simple, se logra un resultado realmente espectacular. Es literal atendido por su propietario, quien va ofreciendo las alternativas de entrada, luego plato fuerte, luego postre y el vino para acompañar. La verdad vale mucho la pena. Es un restaurante que en precio está bien por encima del promedio, pero vale cada peso que se paga por la experiencia.
Llegamos por coincidencia al lugar. No hay aviso ni tiene apariencia de ser un restaurante pero la sorpresa resultó buena. El lugar no tiene carta por lo que el menú se "recita" por el mesero y hay que tener buena memoria para después saber qué es lo que se está comiendo. Los sabores están bien conjugados y hay varias combinaciones que no son para nada convencionales pero juegan muy bien. Impecable la presentación de los platos. Seguramente regresaré para probar otros platos.
Lo que más me gusta de este restaurante es que ofrece un momento muy íntimo con quien vayas. El ambiente es como estar en el comedor de un hogar, el chef te presenta el menú y sus sugerencias personalmente, y hay silencio y tranquilidad alrededor. Es entonces perfecto para una cita. Recomiendo el conejo y los raviolis.
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