Anna & Otto

Hace mucho tiempo que no iba a este maravilloso en La Macarena y puedo decir que la calidad de los platos está intacta!

La sangria de la casa es lo mejor, variedad de platos, buenas porciones y exquisito sabor… sería genial que el espacio fuera más amplio.

Aunque la masa de la pizza es buena, delgada, crocante, los demás ingredientes no tienen la calidad acorde con el precio tan alto, se nota que son carnes industriales. La carta de vino limitada y no hay vino de entrada accesible, son todos de precios altos. No saben explicar vinos por este precio. En un estrato 4 de BOGOTA pagar una cerveza nacional 8 500 pesos duele...

La pizza es deliciosa. Los ingredientes muy frescos y de muchísimo sabor, así como las combinaciones y opciones. Me agrada que su carta no sea larguísima pues se convierte en una tarea más sencilla escoger. La pizza llegó rápido, cosa muy buena porque la cuestión era de hambre. Lo único muy negativo es el servicio: por atendernos rápido nos servían las cervezas en el vaso incorrecto (pasó dos veces y habíamos pedido distintas), se nos querían llevar la comida cuando aún no habíamos terminado y así. Se comprende que es un lugar pequeño y que se debe evacuar pronto, pero la situación entorpece mucho la experiencia. Los meseros son intensos. Sin embargo el lugar es agradable, la comida deliciosa y la fila para entrar habla de ello. Recomiendo.

Es un lugar pequeño, la decoración es muy acogedora, buena música. Hay poca variedad en el menú. Probamos la pizza de dátiles y estaba muy deliciosa... Son pizzas en horno de piedra. Volveremos!