Este acogedor sitio entra en la difícil competencia de las mejores hamburguesas de la ciudad, una perfecta selección de ingredientes , empezando por un pan perfecto en tamaño, frescura y sabor , lo demás es simple pero perfecto, lechuga, tomates y una jugosa carne que te deja sin ganas de probar otra hamburguesa en mucho tiempo. Me encanta su concepto de sencillez , hamburguesa sencilla o doble , adición de queso y tocineta y cebollas y pepinillos al gusto , no más , simple sencillo y exquisito. Un sitio perfecto, agradable , delicioso de tamaño y precio perfecto , mejor dicho para volver cada semana

Este restaurante solía ser acogedor, muy rico y de Buen precio, ahora se volvió el mexicano más caro de Bogotá, sirviendo la misma comida que es buena pero no excepcional en porciones menores, el servicio es decepcionante. Creo que no han caído en cuenta que siguen siendo un restaurante de barrio, que ya hay mexicanos mucho mejores en la cuidad y de mejor precio.

De los restaurantes Malos de comida que se atreven a llamar mexicana en Bogotá , este se queda con el primer puesto. De nexicano solo el nombre , no hay un solo sabor mexicano , muy lejos de ser aceptablemente bueno, el Chile con carne son frijoles antioqueños sin carne , las flautas y los tacos son unas tortillas grasosas sin sabor , la sopa de tortilla es un caldo de tomates insípido , hasta lo más fácil de hacer, unos nachos carecen de sabor, no hay sabor, picante, limón, chiles , tomate, ensalada , nada solo grasa y pésima cocina. En los domicilios no dan servilletas , cubiertos , picante, y los más increíble venden sin factura , el colmo. Espero que este post no sea solo de crítica sino de advertencia a un lugar malo, malo y malo y caro para la calidad de comida que vende.

De entrada el restaurante es diferente, bien decorado, hicieron bien la tarea de crear un dinner americano de los años 50´s en Bogotá, pero 5 minutos después todo el encanto desaparece y se convierte en una pesadilla. La comida es aburrida, no sabe mal pero no vende algo nuevo, sabores insìpidos a Tex Mex, grasa y salsas. El servicio es un desastre , la comida llega en todo momento a las mesas equivocadas , las carnes y hamburguesas llegan a los términos equivocados y la cuenta llega también errada. Este es un sitio con un potencial increíble pero claramente le falta administraciòn, supervisión, control de calidad y un chef de verdad no un cocinero de fajitas y hamburguesas quemadas. Adicionalmente el lugar es super ruidoso, gritos, cantos, cumpleaños, música, cocina, meseros perdidos , es un desastre, lo mejor de la experiencia es el momento en que sales por la puerta, la calma regresa y juras no volver a este sitio jamás.

Es un buen lugar para comer comida Italiana bien hecha y presentada a precios normales. El restaurante (primer piso ) tipo terraza es muy agradable sobre todo en esa bella zona de Bogotá. La comida me pareció decente para otro Italiano más a la larga lista en la ciudad, rescato el horno de piedra con el cual hacen pizzas muy ricas y carnes de muy buen sabor a pesar de nunca venir al termino que se les pide. Lo malo desafortunadamente el el servicio tan lento , para una tarde de domingo con menos de medio restaurante ocupado, 45 minutos para recibir entradas y platos fuertes es inaceptable , una lástima, adicionalmente a los meseros les falta un poco de atención al cliente , es un restaurante Italiano , se requiere, pan, pimienta, parmesano, oliva, balsamico, entre otros para aderezar o complementar los platos y a los meseros parece que les diera pereza ofrecerlos o sugerir algo simple de la carta.

Lleguè al lugar por un par de recomendaciones pero de entrada el lugar decepciona, pequeño, con una decoración fría, aburrida sin amor del(los) dueños. El servicio es muy regular, no hay amabilidad, sugerencias o "buena onda" solo un "personaje" que mira su celular en la caja y otros atrás que parece que les molestara que el cliente ordenara algo. Los sanduches son buenos màs no excepcionales, recomiendo el de lomo y el de chancho, pero como todo entra por los ojos aquí reprobaron, 1. el lugar 2. el pan que utilizan es lo más regular y barato que encontraron y 3. el personal que atiende y cocina. La verdad decepcionó, tal vez para una comida universitaria o una comida tras unas cervezas estè bien , pero esta lejos de un buen menú " callejero" peruano, la verdad hay varias opciones en la ciudad por el mismo precio.

Siempre he pensado que convertir la comida popular colombiana tipo piqueteadero en alta cocina es muy complicado pero sobretodo meritorio a quien lo hace bien, y Misia lo está logrando. Una transformación de la comida de barrio, esquina, carretera, piquete, plaza de mercado en platos con personalidad, sabor, colores, texturas, sabores exquisitos que además están lejos de la manteca, los colores radioactivos y la baja calidad de ingredientes. El lugar es muy agradable, decorado rústicamente pero agradable y super acogedor , hasta el concepto de compartir algunas mesas, la vajilla rústica que hace recordar a las viejas fincas de los bisabuelos y la música popular te acerca más al concepto de comida popular. La sección de refresquería es exquisita, una gran variedad de frutas comunes y otras exóticas hacen los mejores, jugos, refrescos, agua de panelas o smoothies de la zona. Recomiendo la posta negra, el arroz de plátano con camarón que es único y cualquier entrada, morcillas, carimañola, empanadas, arepa e huevo... Las porciones tal vez podrían mejorar un poco ( algo pequeñas) al igual que el servicio, creo que un mesero más les ayudaría . Van por muy buen camino!

ES un lugar a pesar de ser super pequeño es muy acogedor, amable , decorado con cariño por sus dueños, un par de muy jóvenes chefs de Montería y como se dice coloquialmente "atendido por su propietario" y de que manera, su calidez, atención poco usual en un restaurante como este y explicación meticulosa de la carta lo hace un sitio para recomendar y sobre todo volver. Los sanduches, son el significado de lo que debe ser un sanduche , empezando por una selección de panes perfecta , seguido por una mezcla de ingredientes , carnes o salsas que hacen brillar tu paladar. Posta negra , roastbeef , chancho, entre otros acompañado de queso azul, coco, plátanos cocinados en Kola, mostazas, mayonesas , una perfecta fusión de sabores que no esperas al entrar a este minúsculo lugar. Diría que lo malo del lugar es lo pequeño, pero esto hace parte del encanto del lugar, se la buena atención y sobre todo de la cercanía con los chefs y la preparación de cada plato, muy bien por este par de nuevos chefs.

EL lugar está muy bien decorado, es agradable y los meseros son atentos y amables, pero el cuanto a la comida es otro fracaso de alguien que abre un restaurante "mexicano" y pierde en el intento, si otro más para la larga lista en Bogotá. La comida es muy grasosa, platos grandes innecesarios , no hay sabores mexicanos por ningún lado, no hay siquiera salsas ( parte importante para la comida real mexicana) , hasta el picante que ofrecen da ganas de salir corriendo, muy simplón. Lo que medio probé sabía a grasa, las carnes y pollos están cocinados con guisos muy criollos, no hay nada que te despierte las papilas gustativas como un mexicano real, malo, malo. Lo único que medio rescato es la sopa de tomate que no está mal y tienen una opción con camarones, aunque le falta sabor: cilantro y chiles , pues es mejicana no colombaina.

Es bastante difícil conseguir un buen sitio de comida asiática en un Pais como el nuestro donde no hay ciudadanos de estos paises exceptuando Chinos, no hay conocimiento culinario o cultural y está tan pero tan lejos de Asia. Bueno Wok hizo y está haciendo muy bien tarea y esto se refleja en su nuevo menú, cada vez es mejor, hay nuevos sabores, platos por regiones ( Indochina, Vietnam, Laos, Thailandia) es simplemente de aplaudir su búsqueda de nuevos platos y lo más difícil adaptarlos exitosamente a nuestro complicado paladar, bravo! El servicio también a mejorado a pesar de lo lleno que siempre está y con toda la razón. Es muy notable señalar que con tantos y extraños ingredientes que requiere la comida asiática tienen un proyecto con varias zonas remotas del país donde promueven la producción de varios de estos ingredientes como una solución de sustitución de tierras, esto es de aplaudir y un ejemplo a seguir. Para recomendar: toda la carta , no hay plato malo, no le tengan miedo a los picantes pues son adaptados a nuestro paladar, tampoco a los currys o a los ingredientes exóticos, cada plato es un deleite al paladar y muy importante a un excelente precio.