Para repetir, el croissant de almendras es muy bueno, muy buen café. Almorzar es muy bueno también, y los paltos para el brunch son muy buenos, en general un sitio para seguí volviendo

En este restaurante la decoración es ejemplar, los platos fuertes son muy ricos las carnes rojas para repetir cada vez que una va, lo único por mejorar la carta de vinos tintos es muy costosa entre 180 y 250 mil pesos vs un vino blanco desde 80 hasta 150 mil pesos. Volveré. Recomendado para una cena romántica.

Muy rico, para ir con grupos a tomar un café, me encanta el sitio, hay que estar pendiente que queda en un segundo piso

De los mejores sitios para desayunar en bogota, con una carta tan amplía que es difícil escoger, pero invita a volver a probar algo diferente cada vez.

Directo, sencillo y delicioso, que se le puede pedir a la vida encontrar un sitio donde vendan un sándwich de Bondiola y además tengan uno o dos platos del mes, ya he ido como 4 veces y nunca me han decepcionado, recomendado.

Comida deliciosa, sencilla, da la sensación que lo invitaron a comer en la casa de un amigo, recomendadas las croquetas.

He ido en varias ocasiones ideal para ir en pareja o plan de amigos, las carnes son muy bien preparadas y la cantidad de vinos es impresionante, siempre está dispuesto el somelier para realizar recuerdaciones del mejor maridaje. Recomendado el codillo de cerdo.

Un lugar con una propuesta fresca, que sirve comida a la que se está acostumbrado a comer día a día pero con los mejores ingredientes además e una adecuada selección de cervezas artesanales, buena atención y la excelente lista musical que manejan lo hacen una muy buena opción si le gusta las buenas papas y la hamburguesa, los sábados en la noche hay música en vivo, para repetir y explorar toda la carta.

La noche de meseros es una propuesta divertida, con pizza cortada en cuadros y vendida en 1/4 de metro, variedad de pizzas, el sabor no es espectacular pero tampoco es malo, recomendado para ir en grupos de amigos y disfrutar el show de meseros cantantes (literalmente los meseros cantan) mientras se toma una par de tragos.

Buena opción para desayunar, con una propuesta no revolucionaria pero si muy bien presentada y con muy buen sabor, recomendado para ir un domingo que no se quiera desayunar en casa.