Espectacular. Y acompañado de sangría aún mejor. la la la la la la la la la la la la la

Descubrí este restaurante en Chapinero por casualidad y quedamos gratamente satisfechos. El hummus y el falafel deliciosos, y los kebabs que consumimos estuvieron fenomenales. Muy recomendado (el restaurante es diminuto, tiene como 6 mesas apenas, pero acaban de abrir otro en la 15 con 82, que parece ser más espacioso).

Primero lo malo: El servicio es regular. Las meseras que nos atendieron tenian una actitud como si les tocara irse a las maquiladoras después de salir de turno (la dueña del restaurante sí muy amable). El espacio del restaurante es reducido, las mesas apeñuscadas (de pronto mesas redondas reducirían el problema) y el baño (solo hay uno, unisex) parece una pequeña cueva. Ahora lo bueno. La comida es excelente. Las carnes muy bien condimentadas (unos alambres deliciosos), excelente sopa de frijoles, un pico de gallo y un guacamole fabulosos. Realmente lo recomiendo (también recomiendo hacer reserva, pues el lugar se llena). No pude probar su selección de tequilas, será en otra ocasión.

Mi experiencia con Agave Azul no es reciente, pero curiosamente coincide con comentarios recientes de otros comensales. Primero, no puedo hablar de la comida, pues mis dos amigos y yo nos fuimos tras una interacción incómoda con los empleados del restaurante. Desde el momento que llegamos sentimos una mala actitud por parte de la mesera, a pesar de que el lugar estaba vacío. Adicionalmente, la idea de que no tienen carta sino que toca comer lo que el chef desee servir y pagar lo que el chef decida cobrar es sinceramente ridícula. Finalmente cuando preguntamos que tipo de tequilas tenían disponibles, nuevamente la mesera de manera un tanto altanera nos dijo que eran tequilas de la casa de excelente calidad. Sinceramente, aun si nos hubieran servido tacos de Quetzalcoatl no se hubiera justificado tanto misterio y tan mal servicio.

Tres veces he comido en Papa John's, una vez en un restaurante, dos a domicilio. Las tres veces han sido memorables por su baja calidad. Cualquiera de la cadenas nacionales o internacionales son mejores y de mejor precio.

Yanuba es uno de los restaurantes tradicionales de Bogotá. La comida es siempre igual: buena. Los menús del día, los desayunos, la pastelería, son todos sin igual. No es un lugar para negocios o para impresionar una cita, sino para disfrutar con la familia un fin de semana. La cremita de tomate, la sopa de verduras, el róbalo, y el pie de piña son recomendados.

Buena comida en general (aunque en una ocasión el nan nos llegó un poco quemado). El ambiente es bastante genérico, no muy hindú que digamos. El servicio es regular, a veces son desorganizados, y en una ocasión nos tocó un meserito pretensioso que casi nos daña la cena. Pero en general la comida es bastante buena.