Buena opción para pizza deep dish, ricos sabores y muy bien preparada con sabores tanto usuales como no tan tradicionales. Cerveza demasiado costosa para el sitio.

Un burro con bebida sale barato y es llenador; es buena opción tanto para almorzar rápido como para después de la rumba. Tienen varios picantes y entre ellos el habanero que aunque no está a la altura de un mexicano si le pica bastante a un colombiano. Me gusta pedir adición de sour cream, que combina muy bien con la comida y los picantes; es grande así que pidala si va con más personas.

Es de comida típica, si lo piensan bien no hay muchos para "mostrar" donde se consiga buena variedad colombiana. Casi podría decirse que no tiene competencia. La comida es rica sin ser pretensiosa. EL brunch de los sábados y domingos vale toda la pena, por una tarifa plana se accede a todo el buffette cuantas veces se quiera y pedir todos los jugos que se pueda tomar; especialmente recomendados los chicharrones, la arepa de choclo, la arepa de huevo y el exquisito lomo encebollado. Hay una torta de almbojábana espectacular, no olviden pedirla.

Fui antojado de un choripan pero no tienen de esos, al menos no del estilo sencillo argentino; pero el que pedí me gustó bastante. Son bien grandes, asi que por el precio se llevan una buena comida. Nada mejor que combinarlo con cerveza.

Una novedosa propuesta y con precios más bien interesantes; en mi constante búsqueda por el choripan perfecto llegué a este lindo "chuzo" con el cual quedé sabrosamente sorprendido. Sus salchichas son excelentes, y a decir verdad algo pesadas si están pensando en un aperitivo, siempre salgo lleno si pido una. Tienen también emblemáticos platos que he probado en sus lugares de origen como el Philly Cheese Steak o el Poutin (primera vez que lo veo en Bogotá) y que valen la pena probar acá. La carta de vinos es decente y se pueden pedir salchichas para llevar. Las papitas son deliciosas, suculentas pero grasosas, no es para estómagos tímidos y perfecta excusa para pedir otra cerveza. Ahora que quedé intrigado por los comentarios de la hamburguesa, así que ese será mi próximo desafío...

Con una carta extensa uno podría pensar que algo bueno debe haber y si, la verdad el ajiaco es rico y llenador y viene con esa deliciosa arepa boyacense que es tal vez mi favorita de todas. Pero el resto está entre regular y malo, no saben hacer las carnes, lo cual es triste, no son fieles a la receta típica y en el caso del ajiaco es una lástima lo tacaños que son con las alcaparras y la crema de leche. Por los precios se encuentran mejores cosas en Bogotá, desafortunadamente a nivel de plazoleta de comidas si son precios competitivos, excepto por las bebidas que son casi un atraco a mano armada, 5000 pesos por una limonada? 4000 por un agua con gas? Y si es tan malo por qué sigo yendo? pues porque es el ajiaco más barato de la zona je je pero opté por comprar mi bebida en otra parte. Les pregunté a los que atienden y me dijeron: si señor, la bebida es costosa y le hemos dicho a la administración, al menos lo reconocen.

La relación Precio/Calidad es pésima; hay muchas mejores propuestas gastronómicas relacionadas con el mar. Le he dado varias oportunidades pero no llenan mis expectativas. La última vez pedí spaghetti con frutos de mar y solo me salieron mejillones; no sabía mal pero es un plato que le sale bien casi a cualquiera y pues por todo lo que cobraron creo que me quedaron debiendo. He escuchado que las Ostras son muy buenas, pero ya tuve suficientes decepciones acá. Lamentablemente estoy de acuerdo con otro comensal... es una trampa para turistas.

La Bagatelle me encantaba cuando en Bogotá no se conseguian unos buenos huevos benedictinos este era el sitio llamado a suplir esa necesidad tan particular de mis brunch (brunches? brunchs?). Sin embargo he visto o que la oferta de desayunos en Bogotá mejoró bestialmente o que ellos desmejoraron; lo digo porque ahora me parece un poco sosa la carta y exageran co ciertos platos que deberían costar menos, como la Changua (soy experto en este plato), acá viene sin nada, sin calao, sin queso, apenas la leche/agua y el cilantro... sabe bien pero por ese precio uno esperaría la revelación del altísimo o que el cilantro forme la silueta de la virgen, pero no, decepciona de cabo a rabo. La canasta de panes es apenas y si uno no la pide pues se queda sin pan, cuando en otros lugares el pan siempre viene con el desayuno. No todo es malo, saben preparar los huevos al término que uno desea, no así la tostada francesa que se supone deberían ser maestros en esto. Y es mi impresión o los pancakes se consideran un plato de lujo en Bogotá? cada que voy a un restaurante a desayunar es de lo más caro del menú y se supone que solo son harina y huevos... Finalmente, los jugos son bastante modestos, podrían aumentarle el volumen a esos vasitos, o al menos adicionarle vodka. Como dije, era de mis desayunaderos favoritos pero ha caido mucho la relación precio/calidad, asi que entre tanto no la mejoren, iré a la competencia... PS. Un plus que tiene: a que no se les ha ocurrido invitar a una chica a desayunar, ese plan descresta y van a creer que son originales... no falla.

Interesante restaurante chino en la zona rosa. Es diferente, es algo imponente con su cartel de la revolución de Mao o ese lindo y gigantesco dragón en papel que cuelga del techo y cuya foto nadie puede tomar bien. Así que en decoración es bastante bonito. La carta es grande pero abarcable y si uno no pide explicaciones se puede enredar con el tamaño de ciertos platos que fueron diseñados, como multiples veces he escuchado a sus meseros, para compartir. Así que con un arroz comen bien al menos 3 y asi se vuelve barato, Tienen pato y es delicioso, pero en Bogotá se consiguen mejores. De resaltar, el postre Muralla China, delicioso chocolate con contrastante jalea de lo que creo son moras. La relación Precio/Calidad es buena si se adquieren platos para compartir. El Pato como en el resto de la ciudad es bien caro, pero vale la pena probarlo, asi no sea acá.

He ido unas 4 veces y siempre me va bien. Las carnes las preparan en el punto exacto que uno pide y los acompañamientos no opacan el plato principal. Les recomiendo las chatas a la brasa con jalapeños; que cosa tan rica, la carne es de muy buena calidad. Es un buen ambiente para llevar a aquellos invitados que miran con desconfianza menús exóticos. Es bastante cálido el ambiente, casi romántico... Y el cheesecake de frutos rojos, que vaina tan espectacular. Vale la pena conocerlo, no me parece tan caro como lo pintan algunos. Tienen una selección adecuada de vinos, yo les sugeiría contratar a un sommelier que les maride la carta como ya he visto en más restaurantes.