Hacia mucho tiempo que no iba a este Restaurante, tiempo atrás fui asidua. Decidimos ir un pequeño grupo de amigos (6 en total). La recepción fue algo incomoda, pues aunque teníamos reserva había como un concierto y pedían cover (finalmente solucionaron esto, pero mi duda es ¿esto es un restaurante o una sala de conciertos?). Pedimos varias entradas al medio como croquetas, tortilla española, calamares y patatas barvas. El resultado fue malo. Las bebidas de moradas y la calidad del producto dejo que desear. El ruido poco a poco se fue volviendo mortal. Se no ta que la mejor época de este sitio paso y se ha convertido en un rumbeadero de perfil nada que ver.

La carta es muy selecta tanto que parece cortica, cortica. Me encantan los jugos y la presentación en lecherita de litro. Comimos unas entradas al centro y una cazuela gratinada para cada uno. No llegamos al postre. Sitio rico para almorzar pero nada mas.

Es un sitio en el que es complicado tener mesa. Cuando llegamos mi chico y yo, nos pusieron en la barra, en primera instancia me hizo ilusión pues escuche que es de las mejores barras de Bogota. La desilusión fue grande pues es una barra incomoda, toca estar de lado, no puedes estar sentado mirando a la barra pues la barra va atrás del muro, no dejando espacio para las piernas. Nos ofrecieron un trago y pedimos vino (no son costosos). Pedimos unos huevos rotos con chistorra en la barra y la verdad estaban ricos. Después nos pasaron a la mesa y pedimos un pitxo frio que en realidad era una ensalada, no recuerdo el nombre pero no nos fue bien. La carne llego después, no estaba mal pero se equivocaron en el termino pues la pedimos 1/2 y llego 3/4 (un fallo demasiado repedito en muchos restaurantes). Decidimos no pedir postre. Sinceramente el sitio esta bien, el servicio le falta y la comida dentro de que la carta es corta no me conquisto. Lo que si fue mal fue la barra que además como es semi al aire libre la pase mal hasta que nos dieron la mesa. Espero que mejoren y les daré otra oportunidad eso si iré con reserva para saltarme la barra.

Es de mis sitios preferidos en Bogotá. El ambiente esta genial. El vino a buen precio y los meseros te conocen y son amables. La comida me parece que es lo que no me acaba de encajar mucha papa en todo y poca proteína por decirlo finamente, pues casi todo va con papa. Resaltar el postre de vainilla que tienen que es genial. Lo único malo que parece que ya puede entrar cualquiera y rompen un poco el clima que caracteriza a este sitio.

Es de mis sitios preferidos. He pasado noches fantásticas en el Gastro Bar y la barra es mi preferida, cómoda y con unos drikns increíbles. He cenado con amigos por la noche y me encantan las entradas y el tamaño que tienen todos los platos. Pero lo que quería comentar es que hoy he ido al medio día y he salido feliz. Me ha llevado una compañera de trabajo y me he encontrado un ambiente insuperable. Algo totalmente distinto a las noches. Tenían música de Jazz , la terraza en el día tiene unas vistas inmejorables, nos han atendido como a unas autenticas princesas y hemos estado tan a gusto que nos hemos quedado tomando café y postre en los sofacitos de la terraza. Me han dicho que tienen Brunch todos los domingos espero ir pronto y disfrutarlo junto a mi familia en esa terraza. Me gustan los sitios que desean romper moldes y dan calidad por donde mires, por que se siente.

Me encanta ir a este restaurante. El ambiente y la atención son muy buenos. Realmente llevo años yendo a comer lo mismo y la mayoría de las veces me va genial.

La presentación del sitio es muy buena y elegante. Pero el marmol es frio a lo largo de la cena. Pedimos tentaculos de pulpo parrillados ( yo siempre pidiendo pulpo) simplemente genial. También comimos un rissoto de vegetal con langostinos que la verdad rico rico. Me quede con ganas de postre. Sitio rico para comer no para hacer sobre mesa.

Es un restaurante distinto, pequeño, selecto en sus platos y en su atención. Fantástico el reservado para sentarse con unos amigos y disfrutar de una buena velada a acompañado de unos buenos vinos. La chistorra es simplemente alucinante.

Esto es un clásico de nuestra ciudad. Siempre la misma calidad de las pastas. El servicio agradable. Me encanta pedir pasta y que me rallen el queso sobre la pasta. Recomiendo pedir el vino de la casa por medias, delicioso el pan que te traen de cortesia.