Las hamburguesas: la carne muy buena y el queso en el centro delicioso, se puede pedir grande (180gr) o pequeña (120gr) y se escogen las adiciones, no hay muchas opciones pero funcionan bien. Las cervezas: buenas. El ambiente es perfecto para tomar cerveza con amigos pero las sillas muy incómodas.
El concepto es original, muy lindo el lugar, la descripción de los platos llama mucho la atención, los sabores muy ricos y creativos, la presentación de los platos es exquisita.
En general muy costoso en relación precio-tamaño de las porciones, las cartas (ciervo-oso) están divididas en: entradas, platos pequeños y platos grandes. Le preguntamos al mesero sobre el tamaño de los "platos pequeños", específicamente si eran del tamaño de una entrada o si eran platos que podían ser principales a lo que respondió que eran platos que podían ser principales. Cuando llegaron los platos pequeños efectivamente eran del tamaño de entradas y fue necesario pedir más platos. Las personas que pidieron platos grandes tampoco quedaron satisfechas porque los "platos grandes" no son particularmente grandes.
Es una sorpresa encontrar un restaurante tan autentico y sin tantas pretensiones, evoca realmente el espíritu de una taquería tradicional, la comida deliciosa, los precios muy razonables. Depronto el local y la música podrían mejorar. Hay que probar las quesadillas de hongos con epazote y las tostadas de cochinita pibil.
Fuimos un viernes a la hora del almuerzo, al leer de nuevo los comentarios de otros comensales siento que fuimos a otro lugar completamente diferente.
El envuelto de cortesía de entrada decepciona, la presentación de los platos es buena muy al contrario de los sabores, nada espectaculares. Servicio normal, el ambiente mas bien pobre. Nos sentimos casi en un restaurante corriente.
La comida buena-normal, ambiente bueno para celebrar, las políticas del restaurante dejan mucho que desear, cobran a los meseros los productos que no llegaron a la mesa y que finalmente nadie consumió.
El Mono Bandido
Las hamburguesas: la carne muy buena y el queso en el centro delicioso, se puede pedir grande (180gr) o pequeña (120gr) y se escogen las adiciones, no hay muchas opciones pero funcionan bien. Las cervezas: buenas. El ambiente es perfecto para tomar cerveza con amigos pero las sillas muy incómodas.
Guerrero
Sándwiches bien elaborados, para nada pretensiosos, la hamburguesa muy buena, hay que probar el panna cotta. El lugar muy sencillo y bonito.
416 Craft Food
Las alitas son exquisitas, diferentes a todas en Bogotá. Tienen 4 variedades: ajo-miel (el gran descubrimiento), miel-mostaza, BBQ y BBQ picante.
El Ciervo y el Oso
El concepto es original, muy lindo el lugar, la descripción de los platos llama mucho la atención, los sabores muy ricos y creativos, la presentación de los platos es exquisita. En general muy costoso en relación precio-tamaño de las porciones, las cartas (ciervo-oso) están divididas en: entradas, platos pequeños y platos grandes. Le preguntamos al mesero sobre el tamaño de los "platos pequeños", específicamente si eran del tamaño de una entrada o si eran platos que podían ser principales a lo que respondió que eran platos que podían ser principales. Cuando llegaron los platos pequeños efectivamente eran del tamaño de entradas y fue necesario pedir más platos. Las personas que pidieron platos grandes tampoco quedaron satisfechas porque los "platos grandes" no son particularmente grandes.
Vitto
El lugar es muy acogedor, el servicio es bueno, la comida deliciosa, vale mucho la pena probar los raviolis de plátano. Uno queda con ganas de volver.
Me Late
Es una sorpresa encontrar un restaurante tan autentico y sin tantas pretensiones, evoca realmente el espíritu de una taquería tradicional, la comida deliciosa, los precios muy razonables. Depronto el local y la música podrían mejorar. Hay que probar las quesadillas de hongos con epazote y las tostadas de cochinita pibil.
Don Bogota
Fuimos un viernes a la hora del almuerzo, al leer de nuevo los comentarios de otros comensales siento que fuimos a otro lugar completamente diferente. El envuelto de cortesía de entrada decepciona, la presentación de los platos es buena muy al contrario de los sabores, nada espectaculares. Servicio normal, el ambiente mas bien pobre. Nos sentimos casi en un restaurante corriente.
Panacée
El lugar sencillo, muy lindo, todo se ve delicioso, las cronuts son algo que hay que probar, sacan un sabor por mes.
La Jugueteria (Cedritos)
La comida buena-normal, ambiente bueno para celebrar, las políticas del restaurante dejan mucho que desear, cobran a los meseros los productos que no llegaron a la mesa y que finalmente nadie consumió.
Madison
Recomendado el plato con quinoa, cerdo y camarones, la hamburguesa falafel y alejandra, servicio excelente, muy buen ambiente para compartir.