Palogrande

Es rico para estar en familia, tiene buen espacio, juegos para niños, ambiente colonial y sus platos muy a la medida de un buen sason paisa. Sus carnes rojas son deliciosas, recomendado el solomo.

Un excelente lugar para compartir una rica comida típica en familia, cuenta con una buena zona de juego para los niños

Se agradece la ausencia de salsas en los pescados y mariscos. La parrilla debería ser el punto fuerte de este espacio, pero el protagonismo se lo llevan las hordas de niños que disponen de un gran espacio para jugar y es cómodo para los padres que pueden comer tranquilos, pero inquietante para los que vamos solos o bien (o mal) acompañados, de todos modos, un punto a favor por disponer de un lugar (y un menú) infantil. El servicio podría ser mejor, parece mas una fonda que un restaurante, el paladar no debe ser exigente, porque las carnes, la punta de anca, el solomo o el cañón deberían sufrir menos en la parrilla. La sopa azteca es una crema, el hogao que acompaña aperitivos como los patacones esta preparado a conciencia, las picadas y las empanadas son buenas y los típicos como el higado encebollado, cumplen. Es un restaurante con el guión adaptado y aprendido, sin sorpresas. para familias numerosas.

La carne de este lugar es demasiado rica el servicio es un poco demorado pero vale la pena esperar tiene un lugar agradable lo malo es cuando se llena que no hay donde parquear

Buen lugar para que los niños pasen un almuerzo divertido. La comida es buena, sin ser nada extraordinario. El arroz del rancho es una variedad que vale la pena probar al menos una vez