Keba y Pyta

Excelente comida. Poca variedad de bebidas. La atención algunas veces es mala. Aunque la carta es corta, todos los productos son deliciosos y bien preparados.

El lugar está en uno de los puntos con más contaminación de la ciudad, ya sea auditiva o por smog. Los vendedores ambulantes con sus caras de tristeza y sin número de "hijos" pasan cada 5 minutos pidiendo o vendiendo sus productos. El servicio no es bueno, ya que la persona que atiende debe ser una sola para que diga su discurso, además es muy demorado y cuando llega uno ya está de mal humor por tanta espera. Dos veces nos ha ocurrido que al dueño se le olvida nuestra orden, y una vez nos fuimos de la rabia que nos dió. La comida es deliciosa pero debe ir sin hambre ya que al esperar tanto le va dando...

Por mi trabajo llegue a este lugar ah ofrecer los vinos hablando con su propietario me lleno de expectativas , obviamente el sábado de esa semana pase a comer , disfrute mucho un plato muy sencillo , pero en su sabor fue espectacular, un pan árabe hecho en el mismo restaurante , con carne cordero .... wow.... delicioso ...toca ir mas seguido y probar todo lo de la carta.

Recomiendo la pita, usa una salsa picantica espectacular. Las kebas son regulares, mucha verdura para mi gusto, los Gyros son ricos. Los falafes son deliciosos recomendadisimos. Los jugos son naturales y muy ricos. Lo único malo del restaurante es el sitio.

Lo más divertido es el guión que dice el dueño que empieza: "la pita es árabe, se sirve en un pan árabe. .." y así sigue como diez minutos jajaja... divertido. Sabe mucho el hombre! Muy recomendado el lugar. Lo único por mejor, el lugar, muchos vendedores ambulantes y mucho ruido de los carros.