Un lugar pequeño y tranquilo para desayunar, hacer brunch o almorzar. Los huevos estrellados buenos, la canasta de pan sin ninguna sorpresa gastronómica. El jugo antigripal exquisito, con muy buen balance entre el jengibre y el resto de frutas.

El ambiente es ruidoso, no se escucha la música... el servicio es lento, muy lento, por eso te ponen a jugar STOP... las hamburguesas son buenas a secas, las flautas son interesantes. Tienen variedad de cervezas, pero esto no compensa la calidad en servicio y sabor.

De los mejores de la ciudad...sino el mejor!!! El ambiente encantador, la musica perfecta, la comida de ataque! El coctel de vodka con liches sorprendente, el pulpo en cama de polenta delicioso!!! Recomendado a ojo cerrado...llegar antes de las 2:00 p.m. o ir a cenar.

Los margaritas son deliciosos! Recomendado el de mango biche. La crema mexicana es deliciosa, cremosa, con trozos generosos de pollo. El rack de tacos es esquisito. La musica ochentera acompaña este lugar ideal para darse un festín.

Uno de los restaurantes ricos de la zona, con un menú diario variado y delicioso. Los frijoles con chicharrón y la cazuela de frijoles simplemente de ataque!!! El guandolo de los mejores de la ciudad!!! Los cuadros arquitectónicos ambientan este lugar, tranquilo para almorzar.

Un lugar tranquilo para almorzar, tardear o cenar. Platos tipicos de la región, con muy buen sabor. Recomendado el calentado con chicharrón.

La comida es buena. Lo que más me gustó fueron las combinaciones de los jugos. El de tamarindo-mandarina y el de mandarina-limón. El guacamole y la salsita roja de los nachos de cortesía muy buenos. Pedí un plato mixto y lo que más me gustó fue el taco de carne desmechada.

Super salchichas con un pan crocantico y delicioso!!! las salsas deliciosas y creativas. Las papitas chip muy ricas. El tamaño pequeño es de muy buen tamaño para tardear el grande para el almuerzo o la cena. Me encanta este sitio!!!

Desde pequeña visito este lugar. Voy mucho al Astor de junín que me parece encantador porque conserva el estilo clásico de los sitios para tardear. Los moros de sapito mis predilectos desde pequeña, acompañados del jugo de mandarina (del cual fueron pioneros, en la época que no era tan popular) y sus sanduches pequeños o grandes son siempre una gran opción.

La comida es exquisita...pedimos tres platos diferentes y la experiencia fue magnífica. Pollo con naranjo...triángulos de pasta y mariscos y un solomito en su punto bañado con una salsa de manzanas deliciosa. El postre es campeón "Pannacota de romero con miel de angelitas"...no sólo su nombre es sonoro el sabor es delicado y aromático a la vez. Definitivamente mi restaurante preferido de este viaje a Medellin.