El Gobernador

La verdad tenia muchas expectativas sobre el restaurante, aunque no fue malo no cumplió dichas expectativas. Los platos son demasiado costosos para lo que ofrecen. Rico el risotto y la entrada con langosta, el cordero realmente no me gusto.

El ambiente está finamente decorado, las mesas son cómodas al igual que las sillas. El servicio es demoradísimo, aunque hay suficientes meseros para atender las mesas, no están muy atentos en brindar las cartas, en tomar los pedidos y adicionalmente la elaboración es muy lenta (son muy esmerados en presentación y calidad de los platos, pero 40 minutos para un plato principal, es exagerado. La cazuela de mariscos sólo lleva mejillones, camarones, y langostinos en un delicioso caldo que sirven directamente en la mesa; no lleva ningún otro fruto de mar. El arroz con coco me pareció soso, seco y sin sabor. Volvería con algo más de tiempo y paciencia, aunque la comida vale cada minuto de la espera.

Fuimos en busca del pez leon y no lo había. Nos decidimos por el arroz cremoso y estuvo bien. El resto de platos fueron aceptables pero nada del otro mundo

Muy buen sitio para cenar con familia o amigos en ocasiones especiales. El servicio es muy bueno, al ambiente le hace falta un poco de calor pero el lugar es muy lindo. La comida aunque elevada en precios, es muy buena y la presentación impecable! El tamaño de las entradas y platos fuertes son perfectas. Los tragos: pueden mejorar un poco suaves y el servicio de bar en general es un poco mas lento que la comida. Es un restaurante muy especial, vale la pena en cuanto a precio/calidad, sin embargo no deja de ser costoso.

La comida es exquisita y el ambiente es extraordinario por encontrarse en el bastión sin embargo aunque la atención fue muy buena no entiendo como en un restaurante como este se diga que hay dos platos que no están disponibles y así mismo la calefacción en un clima como Cartagena le deberían poner más cuidado