Recomendada opción de comida saludable en el barrio San Antonio. El lugar es agradable. Tienen carta y menú del día. Precios de 2019 a 12.000 pesos de lunes a viernes y fines de semana a 16.000 te incluye una sopa o crema, el plato del día y postre y jugo. Muy completo. Ofrecen cursos de cocina. Mejoraría el servicio de los meseros. Algo despistados. Toca estar buscandolos para que lo atiendan. Probé un té helado de jengibre y flor de Jamaica. Muy refrescante. Las porciones son generosas quedas muy satisfecho.

Muy buen concepto de restaurante saludable. Cuenta con un espacio de mercado de productos saludables. Pedí la opción del bowl. Donde puedes elegir los ingredientes entre proteínas, vegetales, aderezos etc., Hay variedad de entradas, platos fuertes, bebidas y postres. Las tortas son bien recomendadas aunque no las probé tenían opciones sin lácteos y sin azúcar. Lamentablemente el bowl me dejó bastante lleno así que será para una próxima visita. El servicio algo demorado al momento de esperar la cuenta. Por lo demás muy bien todo.

Fui por varias recomendaciones de amistades. Estaba un poco confuso con el tema de la variedad de sabores ya que pensé que el gran número de sabores siempre estaba disponible pero lo que me explicaron es que cada día según disponibilidad de sabor los sabores van rotando y eso hace también que si te gustan los helados pues te queden ganas de volver a probar el resto. Pedí un helado de limonada de cardamomo con una porción de torta de chocolate y vainilla. La torta muy normal no es el fuerte del lugar pero los sabores de los helados son ricos. En cuanto a concepto de sabores es un lugar único.

Fui a desayunar en mi visita a la ciudad de Cali. Fui al punto de San Antonio. Pedí una arepa de chontaduro. Venía con unos huevos y queso. Acompañada de un chocolate casero. Me gustó bastante la comida y el servicio fue atento por parte del personal. Quedó pendiente otra visita para probar las tortas ya que me las recomendaron mucho también. Solo que ese desayuno estuvo bastante saciante. El ambiente es tranquilo también para reunirse y charlar.

En mi visita a cali pase por el restaurante Pacífico. Pedí una trucha a las finas hierbas acompañado de arroz con coco y una lulada. Mi acompañante pidio un arroz con camarones acompañado de pataconas. Las porciones son generosas quedas bastante bien. Todo muy rico con los sabores del Pacífico que uno espera encontrar. Te dan de cortesía unas rodajas de pan calienticas, unas galletas y una salsa blanca con sabor a pescado que no la logré descifrar pero es muy deliciosa. No es un plan económico pero vale la pena darse el gusto.

Es un lugar con una ambientación rústica y tradicional de esas casas de antaño con decoraciones de accesorios antiguos. Pedí el arroz atollado, con una entrada de una empanada y de postre un dulce de mamey. El plato fuerte arda un poco pero hay que tener paciencia porque vale bastante la pena pues es delicioso. Propio sabor del valle. Pide una entrada que las llevan más pronto mientras llega el plato fuerte. La atención de los meseros es preocupada preguntandote si todo está bien o si necesitas algo más. Un lugar recomendado si vas a Cali.