Tamarine

El lugar es muy agradable y lujoso. El servicio fue muy bueno y el personal calificado da recomendaciones sobre los platos según el gusto de la persona.

Tienen una carta con buenas opciones, además te dejan elegir de las cartas de otros restaurantes del hotel. Los makis que probamos fueron ricos y los platos fuertes también. Podrían ampliar la variedad de pescados y postres. De igual forma, volvería.

La comida es rica y el lugar encantador e íntimo. Todavía falta pulir un poco el servicio, pero todos son muy amables. Los sushis me parecieron muy pequeños y así no se pueden percibir muy bien las texturas y sabores de los ingredientes. Sugiero la entrada de Camarón y cangrejo, deliciosa.

Veníamos de tener algunas malas experiencias en los restaurantes de los Marriot, pero finalmente encontramos una buena propuesta... Tamarine tiene algunas fallas en la realización de algunos platos, pero la comida estaba buena y el ambiente es una locura. Tenemos que volver a probar el Sushi.

La comida es rica, sin duda alguna, he probado el pato, los currys, el salmón, los calamares apanados, las gyosas al vapor, tenders de pollo con limón y el satay de lomo/cordero. Recomendado el postre de chocolate. Unos platos mejores que otros, la sazón es bien asiática en cuanto a la cantidad de condimentos, como todo restaurante de Marriott es muy bueno el ambiente pero honestamente hace falta el plato que me descreste.