San Isidro

Excelente servicio, la comida es rica, no me pareció espectacular pero el ambiente romántico compensa todo, se tiene la mejor vista de Bogotá mientras cenas. El recomendado, cualquier cosa con mariscos, yo comí corvina en salsa marinera y estuvo bien.

El lugar es muy agradable, el personal muy atento y dispuesto a solucionar todas las dudas, la vista es algo asombroso. El pan que ofrecen de cortesía es delicioso, recomendado el escargot (para los primiparos con este plato más que recomendado, fue la primera vez que lo probé) y el conejo. Definitivamente vale la pena pasar así sea una vez en la vida por este restaurante.

El restaurante tiene una fachada espectacular, estilo natural y elegante, el ambiente es muy acogedor, tranquilo y armonioso. Un detalle que sobresale es el acompañamiento de la comida con la música del piano. Su servicio es oportuno, atento. La comida en general es buena, con unos errores casi innotables con respecto al orden y sabor.

Lindo restaurante, muy elegante y excelente atención por parte del personal. No obstante, las porciones de los platos fuertes son pequeñas, con acompañamientos extremadamente diminutos; adicionalmente, los precios son altamente costosos, y cobran hasta por un tinto.

Un lugar único en Bogota, la vista, su comida, su servicio al cliente, el piano en vivo, todo estaba perfecto.