Quede muy decepcionada con la experiencia, en fotos el lugar se ve muy agradable pero al llegar todo es muy oscuro y cerrado luego al subir a la terraza si es más amplio y fresco pero tiene aspecto de una casa un poco vieja y muy incómodos los asientos, el muchacho que no atendió fue muy querido al igual que el chico con síndrome de down en la entrada que es una buena propuesta, pero por ser un lugar tan grande hay que esperar mucho para ser atendido, se debe levantar la mano por mucho tiempo hasta que alguien logre ver. El valor de la cuenta fue EXAGERADA y la comida muy normal, además hay poca variedad de platos en las cartas y todos con precios muy elevados para lo que son, en especial por la presentación, son muy sencillo, muy comunes, deberían decorarlos un poco más. Era mi cumpleaños y por ello mi novio hizo la reservación y pago 40,000 por la decoración que en realidad eran 3 bombas, una botella con un mensaje y un letrero de feliz cumpleaños, me parece demasiado caro para algo que ellos ya tienen guardado y no tienen que invertir, y venía únicamente con un postre incluido muy pequeño que se nota que ni siquiera ellos lo preparan sino que lo compran y lo dan con unas cucharas plásticas.
Soy amante a los restaurantes por ello soy tan crítica, y es satisfactorio pagar un precio alto por cosas que valgan la pena y en esta ocasión no fue así, todo demasiado caro y no invierten en pequeñas cosas y detalles.
