El menú de este restaurante se ve increíble. La mayoría de los platos se ven sofisticados y diferentes. Sin embargo es sólo un distractor. Desafortunadamente le faltan elementos básicos de una buena técnica gastronómica. Unos buenos pulpos a la parrilla no pueden ser "chicludos" o unos raviolis de cangrejo no pueden quedar pasados de sal o un risotto en tinta de calamar no puede faltarle sabor. Buen intento, pero les falta más que platos sofisticados y un local bien dispuesto. Volveremos en nuestro próximo viaje para darle otra oportunidad.

Este es un buen restaurante argentino inmerso en la zona amurallada de Cartagena. El ambiente es acogedor y el servicio es excelente. De entrada probamos una estupendas empanadas de carne (no tenían en ese momento argentinas) y un carpaccio de lomo. Inclusive el pan de entrada es excepcional acompañado con una salsa de queso azul y otra de garbanzos. El lomo o la punta de anca estaban en el término adecuado. Como todo restaurante en Cartagena... Costoso, un 25% más económico y sería perfecto...

Volví a este estupendo restaurante y pedimos otras alternativas del menú. Sin embargo está vez no me llevé la excelente impresión de hace unos meses. El servicio se mantiene en un muy bien nivel. La música en vivo de la noche es muy agradable. Sin embargo las entradas que pedimos dejan mucho que desear. Los calamares apanados eran muy pequeños para el precio y la salsa que los acompañaba muy plana. El ceviche de pescado muy simple y sin mayor encanto. Los platos fuertes estaban bien, pero el costo beneficio fue muy alto. Tanto el mero a la vitrola, como el steak de mero a la parrilla estaban bien, pero no para su respectivo costo. Al final una cuenta de $100.000 por persona no está soportada por lo que comimos. Un libro de cocina y los ingredientes me hubieran costado menos y me hubiera quedado mejor. Tal vez tuve mala suerte en esta oportunidad...

Volví a este sitio y me desilusioné. Primero que todo el servicio se deterioró notoriamente. Los meseros sumamente secos y desinteresados en que uno tenga una grata experiencia. Esto es inaceptable en un restaurante de este tipo. De entrada pedimos el Tartar de Atún que no tiene nada de especial. El pulpo a la parrilla pequeño, pero de buen sabor, acompañado con dos deliciosas arepitas rellenas de suero costeño y aparte alcaparras deshidratadas. De plato fuerte pedimos los langostinos con crema de coco y azafrán que resultaron ser muy sencillos para el nivel que debe tener este restaurante. Afortunadamente pedimos también la pasta con frutos del mar que estaba deliciosa. Tiene una salsa al vino espectacular. Para terminar el precio sigue subiendo a niveles que empiezan a ser molestos. Espero la próxima vez tener mejor suerte porque de lo contrario este restaurante es pura ilusión.

Es un sitio tradicional de Cartagena. Ha sabido mantenerse como una de las mejores alternativas de la ciudad. El ambiente es muy agradable en la noche cuando tienen música en vivo. Me sorprende los altos precios, pero parece un mal de toda la ciudad. El servicio inmejorable. Las entradas son variadas y muy ricas. Las muelas al ajillo son de muy buen sabor y tamaño. El capaccio es delicioso. De platos fuertes la carne y el pescado son de los mejores que he probado. Suena contradictorio comer carne al lado del mar...pero vale la pena. Entre los pescados probé el Steak de mero con risotto de coco... espectacular!! Me desilusionó la Zarzuela de mariscos: sabor promedio y muy pocos mariscos para el precio tan alto.

Este restaurante es pura fama. Me sorprende que siempre este lleno... Tanto los precios, como el sabor son MUY malos. La presentación de los platos promete, pero después de probarlos uno se desinfla. Lo único que se salva es el ambiente cuando hay música en vivo. Antes decía ... "Hay que darle una oportunidad la próxima vez..." pero desde la última vez ya aprendí... Los vacíos de este sitio son estructurales y acá no hay esperanza...

Muy buen sitio. Sus dueños son capaces de tener un restaurante de alta calidad fuera de Bogotá. El servicio es muy bueno, el ambiente sobrio, pero muy agradable. Los precios algo altos, pero los platos los justifican. La mojarra deshuesada o el arroz caldoso.... Deliciosos!

Este restaurante tiene un ambiente muy agradable. La decoración es espectacular. Sin embargo, el servicio deja mucho que desear.... Es increíble que en un lugar turístico esto sea un lunar. La comida tiene una presentación y sabor muy bueno. El gran problema es el tamaño de las porciones que hace que su relación costo-beneficio sea muy mala. Pocas veces he visto entradas tan pequeñas. Pero dado su sabor, vale la pena probarlas si se tiene un presupuesto alto. El problema se vuelve más evidente con los platos fuertes, los cuales no están en un buen nivel. No sorprenden y también son pequeños para su precio.